Seleccionar embriones para tener hijos sanos y evitar que desarrollen enfermedades genéticas. Esta técnica revolucionaria, que nada tiene que ver con elegir bebés a la carta, se ha convertido en toda una posibilidad para dar esperanza a los pacientes que sufren patologías hereditarias y que buscan tener decendencia.

Expertos abordaron ayer en el Hospital General de Elche el alcance que hoy día tiene este sistema en la genética y abrieron la puerta a que cada vez un mayor número de afectados puedan beneficiarse de la selección embrionaria. Y es que, en España, hoy por hoy, la Ley de Reproducción Asistida tan solo tiene legalizada esta técnica para los pacientes que sufren enfermedades raras graves, de aparición precoz y sin tratamiento curativo posnatal. Aquí también tienen cabida determinados cánceres hereditarios, siempre y cuando los facultativos conozcan el gen afectado.

«De entrada, puede generar controversias bioéticas y no todo el mundo dentro de la sociedad lo puede ver bien. Pero en España esta terapia está muy limitada», señaló ayer el experto Joaquín Rueda, integrante de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.

Ahora mismo, en el país hay aprobadas más de un centenar de enfermedades para ser susceptibles de acceder a la selección embrionaria y, según Rueda, la intención es poder ampliar esa lista, después de que el pasado año se realizaran más de 6.000 procedimientos, según los datos de la Sociedad Española de Fertilidad que maneja el especialista.

«Esta técnica ha supuesto un cambio radical porque las enfermedades hereditarias se trasmiten con un riesgo muy alto. Antes la única alternativa que teníamos era asumir ese riesgo o hacer un diagnóstico prenatal e interrumpir una gestación, que, a veces, depende del tipo de enfermedad que sea, tampoco es éticamente aceptable», apuntó el catedrático de Medicina de la Universidad Miguel Hernández.

Freno a la trasmisión

Las familias que se someten a esta intervención logran cortar la trasmisión de la enfermedad. Más allá de las opciones que ya se brindan a los pacientes, esta técnica de reproducción asistida tiene una proyección de futuro que pasa, según el integrante de la Sociedad Española de Fertilidad, por combinarse con otras técnicas de edición genómica, es decir, la posibilidad de modificar el ADN, no solo seleccionar embriones que no tengan la mutación, sino la opción de modificar genéticamente los embriones que están afectados.

De hecho, el especialista precisó que «la línea entre la enfermedad y la no enfermedad con la edición genómica se vuelve más gris. Se va a poder elegir características humanas y mejorar el humano».

En Elche, al igual que en el resto de la provincia, según apuntaron ayer desde el General, todos los casos de pacientes con enfermedades genéticas susceptibles de una selección embrionaria se derivan al Hospital de La Fe.

Situación actual

En nuestro país el DGP está regulado por la Ley de Reproducción Asistida del año 2006, que permite la realización de la técnica solo para evitar enfermedades y, en ningún caso, para seleccionar los rasgos físicos de los embriones o el sexo de los bebés. El órgano encargado de la emisión de los informes preceptivos es la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida. De hecho, los casos propuestos se analizan uno a uno.

Según el registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) en un 20% de los más de 4.000 casos que se hacen anualmente tienen que ver con portadores de enfermedad monogénica o alteración cromosómica, mientras que la indicación mas frecuente es la edad materna o los abortos de repetición.

Todos estos asuntos fueron debatidos ayer en Elche durante la conferencia «Selección embrionaria mediante diagnóstico genético preimplantacional (DGP): Indicaciones, tecnología y aspectos normativos», organizada por la Unidad de Genética Molecular y la Unidad de Consejo Genético en Cáncer del Hospital General de Elche. Facultativos de diferentes especialidades asistieron a la cita con la finalidad de conocer las últimas normativas y restricciones en torno a esta técnica.