El último informe que debía presentar la empresa contratada para llevar a cabo las excavaciones en la planta baja del Mercado Central de Elche se elevó ayer a la Dirección General de Cultura y Patrimonio en València para que este organismo realice su propio estudio y se pronuncie finalmente sobre si el proyecto del nuevo complejo de abastos puede seguir adelante o no. Así lo aseveró ayer el concejal de Mercados, Carlos Sánchez, quien también indicó que los vendedores ubicados en la primera planta podrán permanecer en ella no solo hasta que se haga público el informe, sino que, en el caso de que tengan que desalojar, tendrán «un mínimo de días» para poderlo hacer.

Sánchez aprovechó también para replicar de nuevo a las «graves afirmaciones, infundadas, falsas, con el ánimo de crear un enfrentamiento y una crispación» del concejal del PP Vicente Granero, quien afirmó que el coste del desmontaje de los puestos ascendió a 300.000 euros o que el Ayuntamiento paga 6.000 euros al mes al permitir que continúen los minoristas.

El edil de Mercados aseguraba ayer que los vendedores pagan 160 euros bimensuales, mientras que el Consistorio abona la luz, el agua y la limpieza «como en todos los mercados municipales». En suma, se cifró en 2.860 euros el coste al mes que le supone al Consistorio que permanezcan abiertos los puestos, es decir unos 230 euros aproximadamente por placero y mensualidad.

Asimismo, indicó que la empresa concesionaria del Mercado corrió con los gastos del desmontaje de los puestos de abajo por un importe de 4.972 euros.