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Atrapadas en la ciudad

El desarrollo urbanístico ha propiciado que empresas que abrieron sus puertas en el extrarradio tengan que convivir a día de hoy con viviendas

Empresas ubicadas en varios barrios de Elche como el de Carrús, Sector V o el Pla, donde las actividades industriales conviven con la de los vecinos de estas zonas de Elche. Antonio amorós

El crecimiento que la ciudad de Elche ha experimentado en las últimas décadas ha conllevado consecuencias para las empresas que en su día empezaron a trabajar en el extrarradio. Fábricas que al final han quedado dentro del suelo urbano, atrapadas en la ciudad y que se ven condenadas a convivir con las limitaciones que ello supone. Su única salida es realizar inversiones importantes para trasladarse a los polígonos industriales.

El Ayuntamiento de Elche no dispone de un censo que cuantifique las industrias que actualmente continuan operando en el casco urbano, pero es fácil verlas en los barrios de Carrús, Sector V o la zona baja del Pla, donde el trasiego de trabajadores y camiones convive con el ir y venir de vecinos y vehículos particulares. También hay empresas que empezaron en locales de edificios y que han cobrado tal dimensión que ahora necesitan otro emplazamiento.

La mayoría de las grandes empresas que tenían su sede en la ciudad se acabaron trasladando cuando se desarrolló el polígono industrial de Carrús y Elche Parque Empresarial, como recuerda el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, que indica que «la mayor parte de ellas, las más grandes, estaban en Carrús y se consiguió que se trasladaran a suelo industrial».

En la actualidad el Ayuntamiento de Elche no cuenta con ningún plan específico para incentivar el traslado de las fábricas que siguen trabajando junto a las viviendas, y centra sus esfuerzos, apunta José Manuel Sánchez, «en que Elche cuente con una oferta atractiva de suelo industrial para que se implanten las empresas y se trasladen las que necesitan mejorar su emplazamiento, como el proyecto que está en marcha para ampliar Elche Parque Empresarial».

Las patronales también coinciden en que el primer paso para que las empresas se decidan a preparar el traslado es contar con una oferta atractiva de suelo industrial y naves. No obstante, piden que haya más flexibilidad en referencia a los condicionantes que encuentran las firmas para trabajar en zonas como la de Elche Parque Empresarial.

En este sentido, desde la Asociación de Empresas de Servicios de Elche Comarca (Aesec) apuntaron que «muchas empresas no tienen necesidad de edificar el 100% de las parcelas disponibles en Elche Parque Empresarial, porque necesitan otro tipo de infraestructuras, como hangares de carga y descarga, o amplias zonas de aparcamiento para las flotas». Por eso, piden que se permita que cada actividad ajuste la edificabilidad de la parcela a sus necesidades reales, sin romper con la estética de Elche Parque Empresarial.

Y es que, permanecer dentro de la ciudad conlleva impedimentos para algunas de estas empresas. El principal problema al que todas apuntan es la falta de aparcamiento para los vehículos y la imposibilidad de trabajar con camiones de gran tamaño, que no pueden moverse dentro del casco urbano.

Esta circunstancia obliga a repensar la logística y a recibir los pedidos de material en furgonetas que deben realizar varios viajes, elevando el gasto de los empresarios. Hay empresas que tienen que solicitar permiso al Ayuntamiento para cortar la calle cuando tienen previsto recibir contenedores con género.

Otro tema que genera quejas son los ruidos propios de la actividad industrial, cuando las empresas próximas a viviendas hacen uso de maquinaria en sus procesos de producción. «Mis vecinos se quejan cuando conectamos las máquinas a primera hora», admitía un empresario enclavado en pleno barrio de Carrús.

A estos problemas se suman los residuos o el olor que pueden desprender determinadas actividades que pese a tener intención de trasladarse a un polígono siguen dentro de la ciudad, por la reducción de beneficios que registraron durante los años de la crisis.

Una crisis, valora el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, que «se tendría que haber aprovechado para planificar la creación de suelo industrial, para que se implanten las empresas cuando las circunstancias económicas sean más favorables».

No obstante, los empresarios demandan algo más que suelo para facilitar el traslado a los polígonos industriales, y apuntan a bonificaciones en los impuestos para incentivar el movimiento y hacer más atractiva la inversión que tendrían que realizar.

Disponibilidad

Para dar salida a estas empresas Elche cuenta con unos 500.000 metros cuadrados repartidos en parcelas ubicadas en diferentes sectores industriales, a los que hay que sumar otros 700.000 metros cuadrados en suelo reservado para actividades económicas no desarrollado repartidos en pequeños sectores industriales.

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