La Ilustre Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos congrega cada año a miles de personas cuando sale en procesión desde el barrio de El Pla. Esta entidad ha preparado varias novedades para este año, con el fin de aumentar el ajuar de sus dos imágenes titulares.

La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Caída estrenará un cíngulo nuevo y una soga realizados en hilo de oro, que han donado varios benefactores de la entidad. Además, el paso de palio de María Santísima del Rosario saldrá a la calle con doce jarras nuevas de distinto tamaño que se podrán ver delante de la imagen y a los dos lados, entre los varales del palio. Las jarras han sido elaboradas en los talleres sevillanos Orfebrería Andaluza, y son un diseño de Javier Sánchez de los Reyes. Son de estilo barroco mesurado, casi renacentista, y los motivos se han inspirado en los tritones de la parroquia de San José.

La cofradía ilicitana también estrenará este año acompañamiento musical procedente de la Región de Murcia. El paso de Nuestro Padre Jesús de la Caída contará con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo del Ecce Homo de Abarán, mientras que el paso de María Santísima del Rosario estará acompañado por la Asociación Musical Ciudad de Cehegín.

La procesión arranca el Martes Santo a las 19.30 horas desde el patio trasero de la parroquia de San José y sigue por Sor Josefa Alcorta, Fernanda Santamaría, Asilo, Ventarich, plaza Reyes Católicos, Santa Ana, plaza del Pont, Major de El Pla, Pintor Murillo, Maestro Serrano, Aspe, Reina Victoria, puente de Canalejas, Plaça de Baix (22.45 horas), Marededéu dels Desamparats, Travesía de Les Barques, Plaça de Les Barques, Baixada al Pont, Alfonso XII, puente de Santa Teresa, plaza del Pont, San José, plaza de los Reyes Católicos, Sor Josefa Alcorta, y finaliza en el patio trasero de la parroquia de San José.

El paso de Nuestro Padre Jesús de la Caída participa en un encuentro con la Santa Mujer Verónica en la Plaça de Baix, cuando deja reflejado su rostro en el pañuelo de la imagen.