«Antes te gritaba por la calle y era su palabra contra la tuya. Ahora tenemos pruebas», explica Marina Marroquí, presidenta de la Asociación Ilicitana contra la Violencia de Género (Aivig). La representante de este colectivo alerta de que las amenazas son algo totalmente habitual y constante en las relaciones en las que hay un maltrato hacia la mujer.

De hecho, la mayoría de las intimidaciones con las que las afectadas se encuentran están relacionadas con amenazas de muerte, tal y como revelaron desde la asociación. «Que te digan que te van a matar o que te van a destrozar la vida es algo habitual y constante», reconoce Marina Marroquí, al tiempo que señala que «el maltratador no te deja salir de la relación y, por eso, amenaza».

Desde esta entidad de apoyo a las víctimas han valorado positivamente el hecho de que en los juzgados de Elche acepten los mensajes de Whastapp como prueba y que los fiscales y los jueces las verifiquen una vez que las mujeres dan el paso de poner la denuncia. «Se ha notado bastante esa iniciativa a la hora de perseguir el delito, y eso es positivo», apunta la representante de Aivig.

No en vano, para llegar hasta los tribunales, desde esta asociación preparan primero a las víctimas para el momento de denunciar los hechos. «Ellas tienen que tomar consciencia del peligro que sufren cuando tienen al maltratador cerca, las asesoramos y las empoderamos para que den ese paso», explica Marroquí.

De hecho, el colectivo también se encarga de evaluar el riesgo que conlleva interponer la demanda y, en el caso de percibir cualquier peligro, avisan incluso a la Policía para que todo esté bajo control.