La ejecutiva local del PSOE salió ayer en defensa de los concejales de su grupo municipal en el Ayuntamiento en relación a su gestión en lo referente al Mercado Central, tras las críticas de numerosos colectivos por la falta de transparencia o los vaivenes en cuanto a su postura política.

Los socialistas continúan sosteniendo que el equipo de gobierno debe cumplir «una adjudicación y un contrato válidamente celebrados, cuyas clausulas más controvertidas han sido consideradas ajustadas a Derecho por el Consell Jurídic Consultiu», y se escudan en que «el proyecto del Mercado Central es producto de la imposición, la precipitación y la prepotencia del PP», por lo que aluden que la situación está condicionada a una «herencia envenenada».

Por tanto, descartan la recisión del contrato ya que «sería una temeridad y una irresponsabilidad», ya que, de producirse «sin causa justificada en derecho del contrato, abriría la puerta a una situación todavía más compleja y perjudicial para la ciudad, caracterizada por más dilaciones, incertidumbre e indemnizaciones».

La ejecutiva local de los socialistas, apuesta por dejar en manos de la Dirección General de Patrimonio Cultural el futuro del proyecto, ya que dicho organismo, una vez finalizadas las excavaciones arqueológicas, su informe determinará «la viabilidad o inviabilidad del proyecto, por lo que ahora corresponde esperar a conocer el sentido de dicho informe».

Los socialistas concluyen su defensa apuntando a que «respetamos la visión y la postura adoptadas por otros colectivos y formaciones, pero consideramos que la responsabilidad de gobierno nos obliga a ser respetuosos con la legalidad y la toma de decisiones en aras de interés general de la ciudad».