El mayor peligro en cuanto a nuevas infecciones del VIH, para Cruz Roja, no está ni en el desconocimiento, ni en la falta de información, ni en los «accidentes» sexuales, sino en la «elección que muchos hacen libremente a la hora de mantener relaciones sexuales, pues hay quien conoce, pero aun así asume conscientemente, el riesgo de contagio de la enfermedad, por realizar una práctica sexual satisfactoria. Anteponen el placer al riesgo de contagio», explica Javier Rodríguez, responsable provincial de adicciones y VIH. «Esto al final es como una droga, quien la consume sabe que conlleva unos riesgos, pero elige asumiros por los supuestos beneficios que conlleva», matiza Rodríguez.

«Ante eso, no podemos hacer nada. Nos hemos encontrado con gente a la que llegamos y realmente no quiere nuestra ayuda, prefieren que no estemos, pues ya saben perfectamente lo que hay». La bajada en cuanto a la percepción del riesgo es otra de las razones que hace que se tomen menos precauciones a la hora de mantener relaciones sexuales. «En los últimos años no podemos hablar de epidemia como tal, ya no se producen contagios como antes, en los que también el consumo de drogas por inyección era un foco importante de infección. Ahora, estas se producen principalmente a través de las relaciones sexuales, tanto en homosexuales como en parejas heterosexuales», por lo que desde Cruz Roja insisten en que «son fundamentales las medidas de protección, no solo por el riesgo de VIH sino por el contagio de otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), que muchas veces quedan en el olvido y hay que recordar que pueden suponer un riesgo importante para la salud», produciendo infecciones y enfermedades serias como la hepatitis, la sífilis o la gonorrea.