El alcalde de Elche, Carlos González, desembarcó ayer en la Diputación Provincial para exigirle a su presidente, César Sánchez, eso sí, dentro de un tono cordial en todo momento por ambas partes, que ponga fin al «agravio continuado en el tiempo» que viene sufriendo el municipio ilicitano en materia de inversiones, sobre todo en comparación con la localidad de Alicante.

González, al término de la reunión y ya en Elche, ponía como ejemplos los 69 millones que costó el Auditorio Provincial (ADDA); o los escasos 350.000 euros que un principio se iban a destinar a Elche (y que tras la polémica que se generó esa cifra aumentó) frente al millón de euros desde un primer momento para Alicante en materia de inversiones en los últimos meses.

La reunión de ayer surgía a raíz de un escrito del alcalde hace unas semanas solicitándole mantener una entrevista «para reflexionar» sobre la falta de fondos para la ciudad de Elche por parte del organismo provincial. El último encuentro oficial entre ambos en Elche tuvo lugar con motivo de la apertura de la Oficina de Tráfico, a finales de enero. En aquel momento se observó una relación fría entre ambos tras las críticas de la izquierda al negarse la Diputación a aportar su mitad en el Fondo de Cooperación Local como sí accedieron las diputaciones de València y Castellón.

«Los ilicitanos perciben con claridad que la Diputación no realiza un esfuerzo inversor acorde con el peso que tiene Elche en la provincia», según indica el primer edil, quien remarca que no hay un trato equitativo hacia el municipio ilicitano y que, por tanto, la Diputación de Alicante debe «cambiar de estrategia en su relación con Elche».

En el plano más concreto, el alcalde le trasladó al menos cuatro asuntos de calado. Por un lado, reivindicó que el Parque de Bomberos de Elche, infradotado con 80 efectivos, pase en breve a contar «como mínimo» con un centenar, aunque, según indicó, si se aplicase la ratio de un bombero por cada 2.000 habitantes, el municipio ilicitano debería contar con 150 miembros.

Junto a ello instó a César Sánchez a que la Diputación se implique en fondos para la rehabilitación integral del Hort del Gat, en pleno Palmeral histórico, enclave que acusa un profundo deterioro «por la desidia del anterior equipo de gobierno», y que requiere de una gran inversión.

Paralelamente a ello, también solicitó que la Diputación participe en el proyecto de regeneración medioambiental del Pantano de Elche, una actuación que llegó a estar en los Presupuestos Generales del Estado a finales de la década pasada y que, finalmente, no salió adelante. «Es un proyecto importante, necesario, que tiene un singular valor medioambiental», dijo Carlos González.

Por su parte, César Sánchez defendía ayer con rotundidad que Elche es una «prioridad» para el organismo provincial, e incluso la considera «la bicapital de la provincia de Alicante y la capital empresarial de la Costa Blanca».

En este sentido, daba un paso más allá al afirmar que el municipio ilicitano va a contar en los próximos meses con «importantes» ayudas por parte de la institución provincial para proyectos que en fechas venideras se irán concretando, sin entrar en más detalles.

González, quien agradeció la predisposición de Sánchez, también volvió a reivindicarle que participe en el Fondo de Cooperación Local, mientras que, en referencia a la Zona Franca, el alcalde ilicitano mostró su deseo de asistir al debate y estar en mesas de trabajo, «no en actos, presentaciones o puestas en escena de cara a la galería».