El edificio de la plaza de Castilla que este fin de semana ha encendido las alarmas en Elche tras el desplome de parte de la fachada verá apuntalado a partir de hoy, por cuestiones de seguridad, el espacio que ha quedado desprotegido del revestimiento. Tras esa prioridad, la empresa encargada de la rehabilitación procederá entonces a reforzar no solo la principal esquina afectada por la grieta, sino todas las que rodean el inmueble, ante el temor a que se produzcan más desprendimientos.

Los técnicos municipales revisaron ayer sobre el terreno los daños con los encargados de la reforma, quienes establecieron una hoja de ruta para trabajar sobre el inmueble con 56 viviendas, que por el momento no ha precisado el desalojo de los vecinos. En este sentido, tanto técnicos de esta mercantil como arquitectos municipales aseguraron ayer que la estructura de la fachada se encuentra en buen estado.

La firma señaló a este diario que hoy tienen previsto sellar bien la zona de la fachada que se vino abajo el sábado, en la que justo al lado hay una ventana de una vivienda, ante las probabilidades de lluvia y de viento previstas para esta semana.

Después, los técnicos de la empresa contratada por la comunidad de propietarios para proceder a la rehabilitación del bloque situado en la calle Alfredo Mira Gran se encargarán de sujetar todos los ángulos del edificio de arriba abajo. La idea es colocar una especie de pletinas a modo de «corsé» para conseguir una mayor contención de las esquinas y que el inmueble quede reforzado con mayores garantías, tal y como revelaron los propios trabajadores de la firma constructora.

Pese a que la estructura parece estar inalterada tras el incidente, donde sí que han puesto el foco de atención los técnicos de la empresa de rehabilitación ha sido en el revestimiento de la fachada, ya que el problema reside en que el ladrillo caravista que cubre el inmueble no cuenta con ningún tipo de anclaje a la estructura, y se sostiene por presión, lo que ha provocado que se vaya hinchando hasta desprenderse por completo de la fachada.Precisamente, los episodios de mal tiempo que ha habido en Elche en los últimos meses han acelerado el problema, tal y como señalaron los técnicos municipales y los afectados.

De hecho, según apuntaron ayer varios vecinos a este diario, tenían previsto que este mismo miércoles empezara a trabajar la empresa encargada de la rehabilitación en los puntos más dañados del inmueble. Sin embargo, el sábado apareció una grieta de dos metros que hizo necesaria la intervención de los bomberos. Los efectivos tuvieron que actuar para derribar, por seguridad, parte del revestimiento. Pero la cosa no quedó ahí y, el domingo, otra fisura obligó a los efectivos de emergencias a cortar toda la calle ante el peligro de que volviera a haber desprendimientos. De ahí que la empresa se haya visto obligada a añadir ahora un anexo al proyecto inicial de rehabilitación.

Dos días después del susto, la incertidumbre y la indignación de varios residentes del bloque seguían presentes ayer porque, según los afectados, llevaban años advirtiendo de los desperfectos del bloque, que tiene solo trece años, según detallaron.