Que los concejales de Compromís se levantaran de la mesa cada vez que en las juntas de gobierno se abordaba cualquier aspecto referente al nuevo Mercado Central ha sido hasta el momento la forma de proceder de los de Mireia Mollà para, según ellos, desmarcarse de todo lo que tiene que ver con un proyecto «centrado» en crear un aparcamiento subterráneo.

Sin embargo, a partir de ahora, los concejales de este grupo municipal cambiarán de postura y directamente votarán, tanto en las juntas de gobierno, como en los plenos, en contra del que ya es uno de los principales asuntos que divide al tripartito desde el principio del mandato.

La portavoz de Compromís, Mireia Mollà, aseguró ayer que, a pesar de ser «una situación poco ortodoxa», al ir en el sentido opuesto al de sus socios de gobierno, «no hay ningún impedimento legal» para que los cuatro concejales de Compromís voten en contra del proyecto. Algo que, según Mollà, no habían hecho antes porque desde un principio y de manera verbal se les había comunicado que no era posible. Ahora, con el respaldo de un informe municipal, los de Compromís se desmarcarán de forma más evidente no solo del nuevo Mercado Central, sino que también mostrarán de forma más clara la brecha que existe con el PSOE en este sentido. De hecho, Mireia Mollà no dudó ayer en mostrar abiertamente que sus socios de gobierno han compartido la filosofía del PP en cuanto al futuro del inmueble de abastos. «El proyecto lo dejó atado el PP, pero se orquestó por el PSOE», apuntó la portavoz de Compromís en Elche.

Más allá de cuestionar los orígenes políticos de uno de los temas que más está marcando este mandato, la edil de Compromís también se distanció de los socialistas en cuanto a las consecuencias económicas que podría tener rescindir el contrato con la empresa adjudicataria de las obras. Un argumento sobre el que se ha apoyado el PSOE para sacar adelante el proyecto.

«El único papel escrito de los servicios municipales pone en duda esas consecuencias. En el informe se duda de que la rescisión del contrato tenga un lucro cesante. Los gastos producidos del mercado provisional y las catas sí se tendrían que abonar, pero más allá se pone en duda», señaló Mireia Mollà.