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Un informe enumera hasta 20 debilidades del calzado que lastran su competividad

La UPV urge un modelo de formación para dotar a las fábricas de personal cualificado y mejorar su imagen social

Una fábrica de calzada ubicada en Elche Parque Empresarial. sergio ferrández

La industria del calzado es la tercera en número de empresas en la Comunidad Valenciana, con un total de 2.680 industrias que emplean a más de 22.000 personas. Un sector importante que, pese a todo, cuenta con muchos puntos débiles, según el análisis que del mismo ha realizado la Universidad Politécnica de València. El estudio enumera hasta una veintena de puntos débiles relacionados con la estrategia empresarial, la formación, la capacidad para moverse por los mercados y la relación entre las propias empresas del sector zapatero, que se concentra principalmente en las comarcas del sur de la provincia de Alicante

La mayoría de los puntos débiles tienen que ver con las estrategias empresariales y la innovación. El estudio universitario apunta a la dificultad de adaptación de las empresas a las nuevas tecnologías y a la diversificación de nuevos sectores. También indica que los modelos de gestión están obsoletos, y a la debilidad de innovación en marketing.

La dificultad de las empresas para la renovación de la tecnología, y el hecho de que la mayoría son de pequeño tamaño también son otros de los hándicaps, a los que se suman las dificultades de protección de la innovación, o el hecho, según indica el estudio de la Universidad Politécnica de València, de que los proveedores de servicios de conocimientos están distantes del propio sector.

El segundo grupo de puntos débiles del sector del calzado al que apunta el trabajo dirigido por el catedrático de Organización de Empresas José Luis Hervás está relacionado con la formación. En este apartado se incide en una falta de formación en todos los ámbitos, aunque se marca especialmente la necesidad de técnicos.

Ello redunda en una baja disponibilidad de personal cualificado y en el envejecimiento de la mano de obra cualificada. Factores que hacen que se sumen otros puntos débiles, como que se trata de un sector poco valorado socialmente y con mala imagen para atraer talento nuevo. El propio informe considera que la Formación Profesional actual es mejorable, y que se eche a faltar, como han pedido en varias ocasiones las propias patronales del sector, la figura de aprendiz.

El trabajo que las empresas zapateras realizan en los mercados también ha sido analizado. En él se detectan tres puntos débiles. El primero hace referencia a la escasa capacidad de negociación con los clientes que van, poco a poco, concentrándose y adquiriendo mayor tamaño, por la propia concentración de los mercados de distribución.

También se apunta a la dificultad que supone atender a una gran variedad de clientes con diferentes requerimientos, y a que los mercados y entornos en los que se mueven los fabricantes son cada vez más inestables.

El estudio de la Politécnica de València también incide en que en ocasiones el clúster se muestra desunido, y que se tiene que enfrentar a la economía sumergida y a la falta de integración con otros clústers.

Frente a todos estos puntos débiles, según el trabajo elaborado como parte del plan estratégico de la industria valenciana que ha encargado la Dirección General de Industria y Energía de la Conselleria de Economía Sostenible, están los puntos fuertes del sector, que también destacan los autores del estudio. Entre ellos está la capacidad de adaptación del sector zapatero frente a los problemas, así como a la capacidad productiva, la potenciación de la diversificación, el alto grado de internacionalización, la experiencia y conocimiento en el territorio, y la presencia de grandes marcas y empresas tractoras.

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