Una cuarta parte de los locales de hostelería de Elche que cuentan con terrazas para atender a la clientela en la vía pública incumple los criterios mínimos de la ordenanza municipal de Actividades Económicas. Así lo afirmaba ayer el edil de Aperturas, Carlos Sánchez, quien quiso poner énfasis en ese 75% de locales que sí cumplen con la normativa actual.
«Hay locales que están cumpliendo y otros no, y es un agravio comparativo muy grande», reflexiona el edil, cuando aún colea la polémica por el reciente decreto comunicado de manera conjunta para que una parte de los establecimientos de la Glorieta, calle Alvado y plaza de las Flores modifiquen o retiren determinados elementos, tales como estufas, paravientos, anclajes al suelo, cerramientos o toldos.
Parte de los afectados seguían mostrando ayer su estupefacción porque, según indican, hay contradicciones del Ayuntamiento en función del local al que se le consulte. Algunos afirman que sus toldos tienen que quitarse y en el caso del vecino no; para unos los anclajes al suelo de sus paravientos son correctos y en otros locales no; e, incluso, desde un establecimiento de comidas en la Glorieta, se llega a relatar que el Ayuntamiento ha dado permiso, con plano en mano, para instalar determinadas sillas y mesas y luego ha venido la Policía Local y le ha obligado a retirarlas porque no había espacio de paso suficiente.
Carlos Sánchez manifiesta que la ordenanza de 2013, aprobada por el PP y que ahora se está empezando a cumplir, «es muy explícita» y que lo que se está pidiendo «es que aquellos elementos que no están autorizados, o los modifiquen o los retiren. En ningún momento el Ayuntamiento está cerrando locales ni está mermando mesas y sillas», alega.
A renglón seguido respondía ayer a las críticas de los populares: «Me parece sospechoso que el PP, que aprobó la normativa, lo que nos pueda pedir es que incumplamos su ordenanza».
Mientras tanto, ayer lunes la Glorieta y buena parte de la plaza de las Flores prácticamente estuvieron desiertas, pero motivado sobre todo porque para una parte de los establecimientos suele ser la jornada de descanso tras el fin de semana pero, sobre todo, por el temporal de lluvia, viento y frío.
Y es que el malestar de propietarios de locales continúa. Desde un establecimiento de helados que abre todos los días y que hace dos fines de semana retiró los paravientos laterales tras la notificación del Consistorio, señalaban que ayer a las 17 horas había facturado tan solo 17 euros. Su responsable, Alicia Serra, denunciaba, además, las contradicciones en las que incurre el propio Ayuntamiento, ya que asegura que hace unos meses no le dijeron que la documentación que presentó estuviera mal y ahora está teniendo problemas simplemente por la definición de «toldo extenso». «Es mentira lo que dice el concejal de que nos lo han comunicado sin prisas ni a la carrera», añade.
Por su parte, Raúl Martín, cuyo negocio que permanece abierto toda la semana, hizo de caja ayer por la mañana 60 euros. Al final, tuvo que desmontar la terraza «porque no puedo poner los toldos laterales ni las estufas. He abierto esta mañana (por ayer), pero ya hacía un frío insoportable. Yo lo tenía todo preparado, pero con los elementos que he tenido que quitar ya doy por perdido el día de mañana (por hoy) y a lo mejor el miércoles también. Estoy empezando a perder dinero», asevera.
El edil de Aperturas defiende que lo que quiere es que todo se regularice y las terrazas salgan adelante. «Vamos a ir plaza por plaza y dialogar calle por calle», expone, no obstante, el concejal, quien remarca: «Flexibilidad no ha faltado a este concejal ni a los técnicos de Aperturas».
