Los talleres mecánicos no se libran de la economía sumergida en Elche. Las patronales estiman que el 20% de los negocios que trabajan de cara al público, dos de cada diez, son irregulares. Así lo sostiene la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), mientras que desde la Asociación de Empresarios del Metal de Elche (Aeme), que agrupa a unas 200 empresas de Elche y la comarca del Baix Vinalopó, aseguran que comunican cada año a las autoridades la existencia de, por lo menos, una docena de talleres ilegales. En Elche existen 250 talleres mecánicos.

«Cada año se cierran algunos de estos negocios ilegales, pero todavía son pocos», sostiene el secretario general de Fempa, Luis Rodríguez, que hace un llamamiento a todos los agentes implicados para poner cerco a este tipo de actividades.

Desde la Asociación de Empresarios del Metal de Elche, Reme Lozano, apuntó que «la apertura de la comisaría de la Policía Autonómica en Elche (que abrió sus puertas a finales del año 2014) ha ayudado mucho a aumentar el control y las inspecciones en los talleres que venía realizando anteriormente el Seprona de la Guardia Civil». Ambos cuerpos atienden los avisos que llegan principalmente por denuncias de particulares o de las propias patronales, con las que tanto la Guardia Civil como la Policía Autonómica mantienen una estrecha colaboración.

Revisiones por 50 euros y cambios de aceite por 20 ó 15 euros son muchas veces los ganchos con los que cuentan los establecimientos irregulares para captar a los clientes, a los que, debido a su situación irregular, no pueden ofrecer ningún tipo de garantía por el servicio prestado. Muchos de estos talleres están escondidos en naves apartadas o en zonas de campo, para no llamar demasiado la atención. Incluso hay mecánicos ilegales que recogen el vehículo del cliente en la calle y lo devuelven cuando han realizado el trabajo en su taller clandestino.

Reme Lozano, de Aeme, explicó que «el consumidor tiene que ser consciente del tipo de taller en el que deja su vehículo, y puede identificar si el establecimiento cuenta con todos los permisos fijándose si en l0a entrada tiene la placa azul que así lo atestigua».

Cumplir con toda la normativa no resulta tarea fácil para los talleres, ya que se actualiza constantemente. Es por ello que la Policía concede un margen de tiempo a los talleres irregulares para normalizar su situación, si se considera posible. En este sentido, durante el último año se consiguió que nueve de los doce talleres en los que se detectaron deficiencias importantes se ajustaran a la norma. Los tres restantes fueron cerrados por las autoridades.

No obstante, advirtieron desde Aeme, «muchos cierran y a los pocos meses vuelven a abrir, y a dañar a los profesionales del sector que cumplen con todos los requisitos para desarrollar su actividad». Por su parte, desde Fempa pidieron la colaboración de las empresas aseguradoras, para que los peritos de las mismas no trabajen con establecimientos de dudosa legalidad.