Un grupo de personas con propiedades que se han visto afectadas en mayor o menor medida por las obras del primer tramo de la Ronda Sur en Elche y que fueron expropiadas han podido cobrar del Ministerio de Fomento después de casi diez años de larga espera. «Más vale tarde que nunca», señalaba ayer uno de los dueños, ya aliviado después de ver el ingreso en su cuenta.

Este afectado, que prefiere guardar el anonimato, aseguraba que por fin hace escasos meses el Estado le ha ingresado lo que venía aguardando desde hacía una década, al igual que ha ocurrido con otro familiar suyo y otros vecinos.

Al parecer, algo menos de diez dueños de cultivos, de viviendas de campo o de balsas de riego han sido los últimos en cobrar por parte del Ministerio de Fomento, ente que, no obstante, siempre ha asegurado que todos los afectados iban a recibir su dinero, como, al final, así ha sido.

No obstante, no todos han ingresado lo establecido a la vez. Mientras para unos las percepciones económicas se realizaron con cierta agilidad y hace bastantes años, para otros el grueso del importe no terminaba de llegar, lo que generó inquietud por si finalmente se tenían que ver en la obligación de acudir a los tribunales a reclamar lo suyo.

Sí que reconocieron desde un primer momento que habían percibido un primer avance de la cuantía, pero luego, pese a llamar insistentemente a Fomento, nunca conseguían que los funcionarios les indicaran una fecha aproximada de pago.

No obstante, sí recordaban los afectados que, aproximadamente cada seis meses, les llegaba una carta de Madrid donde se les aseguraba el cobro, pero, de nuevo, sin calendario alguno.

Esto generó, entre los expropiados que todavía no habían cobrado el montante total, un malestar que dieron a conocer públicamente a través de los medios de comunicación.

Mientras tanto, asistían a periodos en que las obras se paralizaban, y a otros en que se aceleraban notablemente, lo que tampoco les terminaba de tranquilizar por si al final no quedaban fondos para las expropiaciones pendientes de abonar.

Parte de los expropiados afectados aseguraron que el suelo les fue enajenado en 2007 y que en teoría iban a recibir buena parte de los pagos pendientes en 2012.

Los propietarios que ahora por fin han podido percibir distintas cantidades cedieron suelo de media entre 2.000 y 4.000 metros cuadrados por vecino. Esto les obligó además, según aseguraban entonces, a pagar la plusvalía, ya que computó como una venta de parcela que grava.