Distribuidores del gas han alertado de la dejadez que existe entre los propietarios de viviendas de playa a la hora de pasar las revisiones obligatorias, pese al riesgo que ello supone. Sin ir más lejos, hace algo más de una semana se producía en Santa Pola una explosión de gas en un edificio con una víctima mortal, aunque sus causas todavía están siendo investigadas, por lo que aún no ha trascendido si hubo una falta de mantenimiento en las instalaciones, que pudiera haber motivado el trágico accidente.

De cualquier manera, los encargados de distribuir el suministro en Elche, Santa Pola y todas las pedanías ilicitanas, como es la compañía Vicente Coves e Hijos, han detectado un alto índice de descuido de los propietarios de viviendas vacacionales a la hora de mantener a punto las instalaciones. Desde esta empresa, su gerente, Antonio Román, destaca incluso que «hay gente que puede llevar más de 15 ó 20 años sin pasar la revisión». No en vano, en lo que también inciden desde esta firma, es en que el reglamento técnico de distribución y utilización de combustibles gaseosos recoge que «el titular de la instalación o, en su defecto, los usuarios serán los responsables del mantenimiento, conservación, explotación y del buen uso de la instalación de tal forma que se halle permanentemente en servicio, con el nivel de seguridad adecuado».

Así, con la normativa sobre la mesa, la compañía advierte que las revisiones se han de pasar obligatoriamente cada cinco años y que es el propietario el que debe encargar a una empresa autorizada la comprobación de las instalaciones. «Nosotros cumplimos y llamamos personalmente a los clientes para hacernos cargo, pero no podemos obligarles. No está en nuestras manos, es la delegación de Industria la que tiene la potestad de pedirnos que dejemos de suministrar cuando existe algún problema», recalca Román, quien, además, avisa de que los propietarios que no las pasan «se exponen a un percance».

De hecho, expertos en Ingeniería del sector del gas, como Jesús Maldonado, que, a su vez, es profesor asociado de la Universidad Miguel Hernández (UMH), subraya que el mantenimiento de las infraestructuras es esencial y si no hay un funcionamiento adecuado puede derivar en un accidente. No obstante, el gran problema surge, según el especialista, cuando hay una modificación en la instalación o cuando no está legalizada. «El mayor riesgo se produce cuando se anulan las ventilaciones y hay una fuga de gas. Hay más peligro de que haya entonces una explosión», apunta Maldonado.

Otro de los riesgos que agrava la situación, todavía más si cabe, es el incremento de compañías no autorizadas que se ofrecen a pasar las revisiones y que, en muchas ocasiones, suelen ser fraudulentas, tal y como alerta el experto en gas.

Por ello, para evitar que se produzcan deflagraciones o explosiones de gas, los bomberos, que son los encargados de intervenir en primera instancia, cuando ocurren siniestros de este tipo, ofrecen una serie de advertencias. Los efectivos de seguridad resaltan la importancia de tener al día todas las revisiones de gomas y de todos los electrodomésticos que funcionen con gas. Asimismo, el jefe del Parque de Elche, José Soler, subraya la necesidad de huir de estufas muy antiguas, que carecen de los mecanismos de control del monóxido de carbono y reitera que no se manipulen ni los calentadores ni las cocinas.

En esta línea, los bomberos también recalcan que las rejillas de ventilación en las cocinas o en las galerías tienen su sentido. «Si instalan un calentador en la galería abierta, que luego pasa a estar cerrada, el propietario debe llamar a los técnicos del butano para que ajusten las medidas de seguridad»,señala Soler, ya que, si se produce una explosión o deflagración, si el espacio no está cerrado herméticamente, éste será menos atenuado.

En caso de detectar olor a gas en casa, los bomberos precisan que es necesario llamar a los servicios de emergencias rápidamente, ya que ellos son los encargados de detectarlo. «Hay gente que tiende a ventilar la casa y, si encienden la luz, se generan microchispas, al igual que los zapatos al andar o si tocan el timbre...», afirma Soler. Por ello, en situaciones como ésta, los efectivos aconsejan salir de la casa, cerrar la puerta y llamar de inmediato a los bomberos, ya que ellos se encargarán de hacer las mediciones oportunas y de intervenir en este tipo de emergencias.