El Gobierno central ha vuelto a tumbar por segunda vez en cuatro meses el traslado de la Dama de Elche: ni temporal, ni definitivo. Y ello, pese a las presiones de los políticos locales. Sin embargo, el busto ibérico ha tenido desde su salida de Elche dos regresos fugaces a la ciudad. Primero, en 1965, con el Museo del Huevo como escenario; después, en 2006, en el MAHE. Si quieres, envíanos tus fotos con la Dama a través de nuestro Facebook Información ELCHE

Ahora bien, ¿cuál ha sido el camino que ha recorrido la Dama hasta hoy?

Todo empezó un miércoles 4 de agosto de 1897, cuando un joven de 14 años, Manuel Campello, que se encontraba realizando trabajos agrícolas en La Alcudia, halló lo que a simple vista parecía una piedra. No obstante, al sacarla, apareció el rostro de una escultura. La pieza se encontraba un poco inclinada a su derecha, mirando al sureste, sobre dos losas de piedra de cantería. Su localización y su situación desvelan que se trató de una ocultación intencionada, puesto que para su seguridad se construyó un semicírculo de losas protectoras que delimitaban el espacio suficiente para albergar la escultura. Al parecer, una vez depositada la pieza se rellenó con arena procedente de la playa ilicitana de La Marina, permitiendo que la Dama llegase al momento de su descubrimiento conservando buena parte de su policromía, tal y como detallan en la web de Visitelche.

Unos días después, el 11 de agosto, llegaba a la ciudad el arqueólogo francés Pierre Paris para asistir a las representaciones del Misteri, invitado por el cronista y archivero municipal Pedro Ibarra. Entusiasmado, planteó aquel mismo día y los sucesivos la posibilidad de comprar la obra para Francia y, por diversas circunstancias, acordaron la venta en 4.000 francos (5.200 pesetas de la época). Fue así como el busto acabó en el Museo del Louvre.

En París permanecería hasta que el 8 de febrero de 1941 la Dama acabaría cruzando la frontera por Portbou en tren, camino de Madrid, y junto con otras obras artísticas y arqueológicas españolas, por un intercambio de obras entre el Gobierno de Franco y el de Vichy. Recaló así en el Museo del Prado.

Tras su fugaz paso por Elche en 1965, durante 14 días con motivo de una exposición de cultura ibérica, en el Museo del Huevo la Dama se trasladó del Prado al Museo Arqueológico Nacional en Madrid.

En 2006, con motivo de la inauguración del MAHE, estuvo casi seis meses de nuevo en Elche. Desde entonces, ha seguido en el Arqueológico, pese a las demandas desde Elche para que vuelva.