A finales de abril del año pasado, el juzgado emitía un auto en el que se decretaba la ejecución provisional de la sentencia. En la práctica, eso significaba que la empresa del ilicitano Alberto Candela tenía que dejar de vender artículos de Xtep, tanto en tiendas físicas como en plataformas online en España y Portugal. Se echaba así la persiana en siete establecimientos, dos de ellos en Elche -en el centro y en L'Aljub-, así como en los locales de Alicante, Murcia, Ondara, Castellón y Villarreal. La situación llegó a tal extremo que el cierre de las tiendas se consumó totalmente a mitad del mes de mayo. No era la única consecuencia. La decisión también llevaba aparejada la ruptura de contratos de patrocinio con equipos de fútbol, balonmano o baloncesto, y con atletas y tenistas, así como con maratones, media maratones e incluso con el Open de España de Tenis. Entre ellos, estaba el atleta Justin Gatlin o el Villarreal. La situación llegó a tal extremo que el club castellonense también tuvo que cesar en la difusión de imagen de la marca asiática en sus camisetas y otros soportes para cumplir con lo que marcaba el juzgado, aunque la Liga ya prácticamente estaba llegando a su fin. De hecho, en septiembre de 2014, la UEFA, en principio, ya había obligado al conjunto amarillo a tapar el logo de su camiseta al denunciar Brax el plagio de su imagen, aunque, luego, todo volvió a su cauce.

Por si ya de por sí esto fuera poco, el proceso también ha paralizado la producción en España y, en especial, en Elche, del calzado para las tiendas de Xtep en todo el mundo. La intención era fabricar desde aquí buena parte de los modelos y sobre todo los bios.

El punto de discordia, para los alemanes, era el logotipo de Xtep, con una X con uno de sus remates alargados, aunque la Audiencia consideró en su fallo que en absoluto lleva a confusión con el de Brax, cuyo logotipo también se sustenta en una X, pero más ortodoxa. Hay suficientes diferencias entre uno y otro logo, alegaban en el fallo judicial, y, por tanto, pueden coexistir una y otra firma. Brax, empresa fundada en 1888, empezó con una tienda de ropa en Berlín, fabricó uniformes para el Ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial, y hoy se dedica a las prendas casual.