Cautela total y absoluta, a pesar de que, después de casi tres años de pleitos, la sentencia dictada el pasado 7 de diciembre por la Sección VIII de la Audiencia Provincial de Alicante, esto es, el Tribunal de Marcas de la Unión Europea, es firme, y, por tanto, también es ya inamovible el levantamiento de la prohibición para comercializar artículos de la marca Xtep. En su fallo, la sala acabó dando la razón a China Company LTD, así como al Villarreal y a Inversiones Angaco Sud SL -propiedad del empresario ilicitano Alberto Candela-, que era la que comercializaba Xtep en España y Portugal. Sin embargo, la demandante, la marca alemana Brax, podía presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Ahora, una vez transcurrido el plazo sin que la compañía germana haya ejercitado su derecho, ya no hay marcha atrás, y así lo confirma el último auto. Sea como sea, tanto Alberto Candela como desde Inversiones Angaco Sud SL prefirieron no hacer ningún tipo de valoración pública. Ahora bien, fuentes cercanas a la compañía sí confirmaron que tanto los economistas como los abogados están evaluando los daños y perjuicios ocasionados desde que se inició el calvario judicial. En particular, se están cuantificando las pérdidas derivadas de los últimos diez meses, desde el 12 de mayo para ser exactos, cuando se cerraron los establecimientos y se dejó de comercializar Xtep, después de que Brax pidiera la ejecución provisional de la sentencia en primera instancia, la del Juzgado de Marca Comunitaria número 1 de Alicante, que en enero del año pasado estimaba casi en su totalidad el contenido de la demanda interpuesta en 2014 por la empresa alemana Leineweber GmbH, que actuaba en nombre de Brax. El juez, de hecho, consideraba entonces que, como argumentaban los germanos, los logotipos eran muy similares y podían llevar a confusión... Algo que ahora la Audiencia ha rechazado.

En cualquier caso, y más allá del resarcimiento que se pida que es en lo que se está trabajando, parece que, de momento, se da por hecho que el negocio no se volverá a reactivar en España o, al menos, que no lo hará Angaco. Directamente, en el entorno de la empresa ilicitana, que se encargaba de la comercialización en España y Portugal, lo ven inviable. En círculos empresariales, de hecho, ayer mismo se comentaba que los daños causados en este tiempo son simple y llanamente irreparables, por los locales que se han tenido que dejar, los traspasos, las colecciones a las que no se ha podido dar salida, los contratos con franquiciados en España y Portugal, o el despido de la veintena de trabajadores, entre auxiliares de tienda, comerciales y empleados del centro logístico, por ejemplo.