La firma de productos deportivos y casual Xtep puede volver a comercializar su marca, después de diez meses en dique seco. Y lo puede hacer después de que la sentencia dictada el pasado 7 de diciembre por la Sección VIII de la Audiencia Provincial de Alicante, esto es, el Tribunal de Marcas de la Unión Europea, sea firme. En su fallo, la sala acabó dando la razón a China Company LTD, así como al Villarreal y a Inversiones Angaco Sud SL -propiedad del empresario ilicitano Alberto Candela-, que era la que comercializaba los artículos en España y Portugal. Sin embargo, la demandante, la marca alemana Brax podía presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Ahora, una vez transcurrido el plazo sin que la compañía germana haya ejercitado su derecho, el levantamiento de la prohibición de comercializar productos de Xtep ya es un hecho.

El fallo del pasado 7 de diciembre, en este sentido, y como ya publicó este periódico, estimaba el recurso de apelación interpuesto por las dos empresas -la asiática y la de Elche-, y por el club castellonense -patrocinado por la multinacional-, y se mostraba tajante al respecto: el logotipo de Xtep, con una X con uno de sus remates alargados, en absoluto lleva a confusión con el de la marca alemana Brax, cuyo logotipo también se sustenta en una X, pero más ortodoxa. Hay suficientes diferencias entre uno y otro logo, venía a decir el fallo judicial, y, por tanto, pueden coexistir una y otra firma, sin mayor problema.

La decisión llegaba después de que, hace ahora trece meses, el Juzgado número 1 de Marcas de Alicante estimara casi en su totalidad el contenido de la demanda interpuesta en 2014 por la empresa alemana Leineweber GmbH, que actuaba en nombre de la marca Brax. El juez, no en vano, consideraba que, como argumentaban los germanos, los logotipos eran muy similares y podían llevar a confusión.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí. A finales de abril, el juzgado emitía un auto en el que se decretaba la ejecución provisional de la sentencia. En la práctica, eso significaba que la empresa del ilicitano Alberto Candela tenía que dejar de vender artículos de Xtep, tanto en tiendas físicas como en plataformas online en España y Portugal. Se echaba así la persiana en siete establecimientos, dos de ellos en Elche -en el centro y en L'Aljub- que dejaron en el paro a 14 personas, así como en los locales de Alicante, Murcia, Ondara, Castellón y Villarreal. La situación llegó a tal extremo que el cierre de las tiendas se consumó totalmente a mitad del mes de mayo.

Por su parte, el club castellonense debía cesar en la difusión de imagen de la marca asiática en sus camisetas y otros soportes para cumplir con lo que marcaba el juzgado, aunque la Liga ya prácticamente estaba llegando a su fin, y lo mismo ocurría con otros atletas patrocinados por la empresa asiática. De hecho, en septiembre de 2014, la UEFA, en principio, ya había obligado al conjunto amarillo a tapar el logo de su camiseta al denunciar Brax el plagio de su imagen, aunque, luego, todo volvió a su cauce.

Ahora lo que está por ver es lo que acuerda la multinacional asiática, y si decide que su marca vuelva a tener presencia en España, y si, como ya admitieron hace dos meses desde la empresa ilicitana Inversiones Angaco Sud, que, hasta mayo, comercializaba Xtep en la Península Ibérica, acaban pidiendo daños y perjuicios, por las consecuencias que ha conllevado la ejecución provisional de la sentencia dictada en primera instancia.