Dos monos escondidos en una maleta viajaron en cautiverio desde Guinea Ecuatorial en el avión y fueron interceptados por la Guardia Civil en el aeropuerto Alicante-Elche a principios de este mes. Los simios, dos crías protegidas, llegaron deshidratadas hasta El Altet, uno de ellos a punto de perder la vida. Dos aves rapaces disecadas en una herboristería de Santa Pola expuestas al público, que al estar protegidas tampoco se pueden matar, también obligó a los agentes a poner una denuncia e incautarse de los ejemplares el pasado año. Estas navidades, otro caso de maltrato animal salía a la luz en Elche, esta vez por once perros que se encontraban en condiciones insalubres en una nave, utilizada, al parecer, como criadero ilegal.

Los efectivos de la Guardia Civil dedicados al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) en la comarca del Baix Vinalopó han incrementado la vigilancia en centros de animales dedicados a la compra-venta, en clínicas veterinarias y en albergues ante el incremento de denuncias o de avisos realizados por vecinos. De hecho, desde la entidad apuntaron a un repunte de infracciones detectadas, pero lo atribuyeron, en parte, al aumento de la concienciación y la colaboración ciudadana.

No obstante, pese a la gravedad de algunos casos que los agentes han destapado en Elche, la mayoría de las faltas tienen que ver con irregularidades en la gestión de residuos y en el tema documental. Para ello, el Seprona se ocupa de realizar registros «sorpresa» en centros relacionados con animales, con el objetivo de comprobar su funcionamiento. En el inicio de las inspecciones de algunos locales de la zona, los efectivos llegaron a encontrarse instalaciones con condiciones higiénicas y sanitarias que dejaban mucho que desear o algunos locales en los que vendían alimentación humana y de animal, algo que está prohibido.

Que los residuos sanitarios estén agrupados y que los retire un gestor acreditado, que las jaulas estén diferenciadas entre cachorros y adultos, que no existan medicamentos caducados, que haya un profesional titulado para el funcionamiento de RX o que tengan una normativa de gestión de cadáveres adecuada son algunos de los requisitos que pudieron comprobar los agentes del Seprona en un centro veterinario de Elche que visitaron esta semana, donde no hubo ninguna irregularidad y todo estaba correcto.

Menos fraude

Si las infracciones con animales han aumentado, las que sí que han descendido son las de los negocios de chatarrería, que hace tan solo unos años estaban en el punto de mira. El descenso de la delincuencia relacionada con el cobre ha sido una de las principales causas que han motivado esta tendencia, según la Benemérita, al desarticularse un gran número de bandas dedicada al robo de estos metales. También ha tenido que ver que la cotización del cobre ha bajado.

Así, en uno de los controles efectuados esta semana en un establecimiento público dedicado a la compra-venta de chatarra en Elche, los agentes del Seprona comprobaron, entre otras cosas, que los trabajadores tuvieran un registro de todo el material que compraban, con los nombres y apellidos de los proveedores, aunque el valor de la mercancía fuera tan solo de un euro. Una medida dirigida precisamente a combatir y reducir los hurtos.

«Yo por las noches quiero dormir tranquilo. Todo lo que traen se queda registrado y los que vienen con género robado los despachamos», aseguró el propietario del local durante una de las inspecciones realizadas durante esta semana en la localidad, donde tampoco detectaron ninguna infracción.

En este establecimiento, supervisaron que todo el material estuviera almacenado de forma diferenciada para evitar derrames, vertidos y contaminaciones. También, los libros de entrada y de salida de todo el material y las correspondientes licencias han de estar actualizadas y adaptadas al material que se comercializa.

De esta manera, las operaciones específicas y las visitas sorpresa del Seprona disuaden a los chatarreros de comprar material que ha sido robado.

Además de estos cometidos, los guardias civiles específicamente dedicados a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, luchan contra vertidos y contaminación , el comercio ilegal de especies protegidas, actividades cinegéticas y de pesca irregulares, la defensa de los espacios naturales, la prevención, la investigación y también la extinción de incendios.