Parte de la familia del Misteri d'Elx lleva desde hace un par de semanas con un intenso debate interno a cuenta de la decisión municipal de sustituir el nombre de la calle José María Pemán por el de Andreu Castillejos, algo que aún tardará unos meses en hacerse efectivo, aunque el equipo de gobierno ya lo ha aprobado oficialmente. Esto, traducido al ámbito de La Festa, significa quitar una calle a un patrono para ponérsela a otro, algo que no ha sentado nada bien en algunos sectores.

Se trata de un debate no exento de polémica y paralelo al que voces de izquierda y derecha han puesto encima de la mesa política del debate público, pero en este caso en el seno de una entidad que es Patrimonio de la Humanidad, que debe estar en teoría al margen de cuestiones políticas y donde ha quedado claro que hay patronos y también no patronos a favor y en contra de esta decisión municipal.

La polémica alcanzó su momento cumbre el día de los enamorados, el pasado 14 de febrero. En una junta rectora se estuvo debatiendo sobre este tema nada menos que cerca de una hora, coinciden en señalar voces asistentes a esta reunión y en la que, al parecer, algunos asiduos que sabían que el tema iba a salir optaron por no asistir, lo cual también es significativo.

El caso es que Pablo Ruz, vicepresidente de la junta rectora, llegó incluso a presentar una carta para que fuera secundada por este órgano y trasladada oficialmente al equipo de gobierno como una petición institucional. En esa misiva se llegaba a pedir al tripartito que reconsiderara su posición y a ser posible diera marcha atrás.

La edil de Cultura y miembro también de la junta rectora, Patricia Macià, lo tuvo claro desde el principio: el Ayuntamiento no iba a volver sobre sus pasos. La decisión ya estaba tomada

Mientras unos asistentes aseguran que no hubo una lucha encarnizada, sino que se generó el debate desde la prudencia y que se planteó con mucho respeto, otros manifiestan que la tensión iba cada vez a más.

Tanto que incluso desde las filas conservadoras se sacó a colación que, de seguir ese mismo criterio, se debería entonces quitar al colegio público el nombre de José Ferrández Cruz por ser, como José María Pemán, adscrito al régimen de Franco, todo ello pese a que fue presidente del Patronato del Misteri d'Elx.

Mientras unas voces insistían en que Pemán vivió el tiempo que vivió y que la familia de La Festa no debe entrar en consideraciones políticas, pero sí defender a sus patronos presentes y también pasados, otras argumentaban que el poeta, escritor y ensayista justificó, por ejemplo, el exterminio de uno de los dos bandos durante la Guerra Civil y que seguía teniendo el reconocimiento en el seno de la familia del Misteri por ayudar a divulgar este fenómeno en España.

Durante el cruce dialéctico se llegó hasta a sacar a colación el tema de vencedores y vencidos , la dictadura, o que la decisión municipal se había tomado de una manera infantil y poco meditada, siempre según datos aportados por distintos integrantes que asistieron a lo dicho en esa animada junta rectora.

Finalmente, esa petición, esa carta donde se ponía énfasis en los logros de Pemán y que se llegó a leer en voz alta, se decidió que no se presentara de forma institucional, pero, al parecer, sí que iba a ser entregada al tripartito con firmas particulares. Se hizo constar así el pesar de algunas voces, pero al parecer se indicó que no se iba a decir nada oficialmente al alcalde.

Extraoficialmente, la postura del Misteri es que se alegra de que Castillejos tenga una calle, como miembro del drama asuncionistas, pero se entristece de que se la quiten a uno de sus patronos.

Por si faltaba algo, el remate final vino con el apartado de ruegos y preguntas, donde salió a colación si había que realizar alguna declaración pública sobre la petición del colectivo Àgora que había pedido que el Misteri dijera qué le parecía el impacto del proyecto del Mercado y el previsible aumento de tráfico ante su sede administrativa, otro asunto sobre el que también hay muchas posturas diferentes. Pero justo en ese momento se levantó, tal cual, la sesión del día.

Polémicas, en definitiva, que llevan al Misteri, en cierta medida, por la calle de la amargura.