Un ilicitano de 91 años pudo despedirse ayer de su perro Balto desde la habitación donde está ingresado. Sus familiares pidieron permiso al Hospital del Vinalopó para poder entrar a la mascota tan solo por unos minutos al centro sanitario ante el complicado estado de salud del paciente.

Tras la autorización del supervisor, parientes cercanos del hombre trasladaron al yorkshire hasta las dependencias hospitalarias en un transportín para hacer realidad su deseo. Alfonso y su perrito se reencontraron después de varios días y sus familiares grabaron un emotivo vídeo de la visita. El can pudo estar diez minutos con su dueño y alegrarle la tarde.

Se trata de la primera vez que el Hospital del Vinalopó permite el acceso de animales en un caso de estas características. Desde el centro sanitario señalaron que se trata exclusivamente de una situación muy puntual y de un acto de humanización.