Tras dar sus primeros pasos en el Hospital General de Elche, el ilicitano José Moltó dio el salto a Cataluña y a la Fundación de la Lucha Contra el Sida, donde un ensayo clínico acaba de arrojar luz sobre el tratamiento de la infección. En el centro hospitalario donde trabaja, cinco pacientes son los primeros del mundo que han conseguido controlar el virus del VIH con su sistema inmunitario tras recibir una vacuna terapéutica. Algo que el mismo investigador considera como un antes y un después, y como una puerta abierta a todo un campo por explorar, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes. El ilicitano augura grandes cambios en los próximos años hacia nuevas estrategias de curación, en el mismo camino que la vacuna que se ha empezado a administrar.
¿Qué supone el ensayo clínico que han presentado?
Los resultados preliminares del ensayo clínico han demostrado que, por primera vez, una vacuna terapéutica ha sido capaz de controlar el virus. Estudios que se habían hecho previamente con otras vacunas y otras estrategias no habían llegado a demostrar esto. Es algo que realmente puede marcar antes y un después. Hasta ahora algunos trabajos que se habían presentado, en el mejor de los casos, llegaban al 10% del control virológico, lo que implicaba que el 10% de los pacientes podían controlar el virus sin tomar medicación. Nosotros en este estudio, de momento, estamos en unas tasas de control que están en el 40%. Es algo muy diferente. Todavía es muy mejorable, pero nunca nadie había llegado a unos índices tan altos.
A efectos prácticos, ¿qué significa esto para el portador del VIH?
Ahora mismo, en la fase en la que estamos, se abre una línea de investigación que demuestra que las vacunas terapéuticas son realmente algo a seguir explorando y que vamos por el buen camino. Aunque realmente todavía queda mucho por conseguir. Una vez que se logre una vacuna terapéutica realmente eficaz, que mejore la tasa de control del 40% y que pueda emplearse en más pacientes, porque estos eran muy seleccionados, lo que puede significar es que puedan controlar el virus de forma espontánea. Sin que tengan que tomar medicamentos que hoy por hoy son para toda la vida, los llamados antirretrovirales, con unos efectos secundarios que son a corto y largo plazo. Los que son a largo plazo no los conocemos precisamente hasta que se lleva tiempo utilizándolos. Además de la carga económica que suponen. Un tratamiento básico puede costar unos 600 euros al mes, y hay que tener en cuenta que esta cantidad ha de multiplicarse por cada mes y por cada año y, hoy día, la esperanza de vida puede llegar a los 75 años, como la de la población general. El tratamiento es de por vida.
Con lo cual, por el momento, ¿al paciente no le queda otra que estar condenado a un tratamiento de por vida?
Exacto y, además, si no se toma correctamente, deja de hacer efecto, el virus se convierte en resistente y entonces se puede trasmitir a otras personas. La medicación ha mejorado mucho en los últimos años, con respecto a lo que había en el pasado, pero el tema del VIH no está todavía resuelto ni mucho menos.
¿Cuánto tiempo habrá que esperar para tener un resultado más concluyente?
Esta semana estamos con el tratamiento del último paciente que faltaba y esperamos tener resultados definitivos en un plazo de medio año, cuando los publicaremos en una revista científica. Pero, después, se llevarán a cabo subestudios y subanálisis para ver qué características se asocian a una mayor probabilidad de respuesta para ver si podemos seleccionar a mejores candidatos o cómo podemos modificar las características para maximizar las probabilidades de respuesta. Por ello, probablemente estaremos unos años realizando análisis en más profundidad.
¿Cuándo podría llegar entonces a la clínica?
Si continuáramos teniendo resultados positivos y demás, desde la fase de investigación en que estamos actualmente, habría que esperar unos diez años, siendo realistas. Siendo muy optimistas podría estar en cinco años. La investigación tiene unas fases muy concretas, con todo lo que ello supone, como tener financiación, que es complicadísimo.
¿En qué nivel de incidencia se encuentra ahora mismo la infección?
El número de infecciones se ha estabilizado en los últimos años. No aumenta, pero tampoco disminuye. En Cataluña, hemos detectado el aumento de casos en hombres jóvenes que practican sexo con otros hombres. Y esto se puede extrapolar a otras zonas de España. Por ejemplo, solo en Cataluña tenemos unos 800 nuevos casos de infección al año. Son unas cifras considerables.
¿Qué calidad de vida tienen los afectados en la actualidad?
Es una calidad de vida aceptablemente buena, aunque depende con lo que la comparemos. Si se compara con estar sano, siempre va a ser peor. Pero, si la comparamos con los pacientes que había en mitad de los años noventa, estamos hablando de una calidad de vida que ha mejorado muchísimo. Ahora mismo, un paciente con infección VIH que toma su tratamiento antirretroviral y que tiene el virus controlado, puede hacer una vida completamente equiparable a la de la población general.
