El Jardín Huerto del Cura de Elche está atravesando actualmente una etapa de cambios. A dos años de que se cumplan cien años desde que la familia Orts adquirió el huerto, que antes era propiedad del cura José Castaño, el espacio se prepara para ser el protagonista de un proyecto que lo impulse, y con el que se quiere paliar la progresiva pérdida de visitantes que viene registrando desde antes de la crisis, cuando las estadísticas anuales llegaron a rozar los 200.000 visitantes. El último año, 2016, por el jardín pasaron unas 75.000 personas, una cifra muy alejada de la que se anotó en 2001, cuando lo visitaron 191.000 personas, coincidiendo con la declaración del Palmeral de Elche como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Desde entonces la caída de visitantes ha sido progresiva.

El jardín ilicitano forma parte ahora del Grupo Huerto del Cura, que quiere aprovechar un cambio de la empresa que hasta la fecha se encargaba de ofrecer fotografías y guiar las visitas de grupos de turistas, para replantear el funcionamiento del jardín, con el fin de sacarle más partido y atraer a él a un mayor número de visitantes al año.

Para enfocar el nuevo proyecto, los propietarios han encargado estudios que aporten ideas para hacer más atractivo el espacio, así como la visita de los turistas y vecinos que pasan por el jardín, que desde hace unos años también se puede alquilar para realizar celebraciones privadas, como, por ejemplo, enlaces matrimoniales.

Entre los proyectos que se están poniendo encima de la mesa está la rehabilitación de la casa del huerto, que ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de su historia hasta presentar su estado actual. Junto a la casa, el cura levantó la ermita.

El Jardín Huerto del Cura fue declarado Jardín Artístico Nacional en el año 1943, a la vez que la Alhambra de Granada y el Generalife. En él destaca la Palmeral Imperial, con siete hijuelos a dos metros de altura, aunque uno de ellos murió en el 2014.

Alrededor de la Palmera Imperial se pueden contemplar hasta 130 variedades de palmeras, que forman parte de las más de 300 especies vegetales con las que cuenta este enclave ilicitano que abarca una superficie de 12.000 metros cuadrados.

Desde el Grupo Huerto del Cura, María Teresa Orts explicó que «tenemos que estudiar qué proyecto llevamos a cabo con el fin de impulsar el jardín». En esta línea, apuntó que se trata de un proceso que requiere calma y meditación hasta llegar a decidir la dirección en la que se quiere ir para revitalizar el espacio.

El estudio se ha encargado a la empresa ilicitana Tarsa, que también podría ser la encargada de ofrecer las visitas guiadas desde el mes de marzo.