Hay que hacer la ciencia más atractiva para los alumnos de Primaria y Secundaria, y también para los maestros. Los expertos así lo reflejaron ayer en una que jornada que se celebró en el Centro de Congresos de Elche, en la que la directora del programa de ciencias de European Schoolnet, Àgueda Gras-Velázquez, presentó Scientix, el proyecto de la Unión Europea que pretende estimular el estudio de las asignaturas de ciencias, como matemáticas, física o tecnología, para evitar que el día de mañana no haya suficientes científicos en el mundo.

Àgueda Gras-Velázquez apuntó que «necesitamos que toda la sociedad entienda que las ciencias están en la vida para mejorar cómo vivimos y cuánto vivimos», a la vez que añadió que «en las escuelas es necesario que toda la clase entienda que las ciencias son importantes». Y es que después, indicó la experta, «necesitamos que algunos de los alumnos acaben estudiando ciencias, y sean nuestros futuros científicos e investigadores».

Para ello, se habló de conectar más la escuela con lo que está pasando en el exterior, en el entramado industrial, así como en los diferentes sectores productivos. Todo esto con el fin último de «encontrar nuevas herramientas para motivar y animar a los estudiantes, y a que los maestros enseñen ciencias de forma más animada», aseguraron los expertos ayer en Elche.

Rubén Durán, del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado del Ministerio de Educación,, apuntó que «es fundamental introducir nuevas actividades, como charlas o talleres en los centros educativos, para hacer más atractivo el estudio de la ciencia».

El proyecto Scientix que se presentó ayer en Elche lleva en marcha desde hace seis años, y cuenta con colaboradores de más de treinta países, que coinciden en la necesidad de intercambiar experiencias para mejorar la calidad de la enseñanza y hacer más atractivas asignaturas que a priori pueden no parecerlo.