En plena polémica relacionada con las bolsas de trabajo municipales, con críticas desde la oposición y también desde algunos sindicatos con respecto a determinadas plazas y procedimientos que el equipo de gobierno está siguiendo, ha trascendido un hecho cuanto menos llamativo y que, en el fondo, habla de la necesidad de empleo que existe en la sociedad.

La cuestión en concreto tiene que ver con una plaza laboral en el Ayuntamiento de Elche a la que han concurrido nada más y nada menos que cerca de mil personas. La convocatoria en concreto es para generar una bolsa de empleo con el fin de cubrir un único puesto como operario de servicios múltiples. Y, además, con carácter temporal.

Los requisitos que se exigían eran, principalmente, tener cumplidos 16 años y no exceder de la edad máxima de jubilación forzosa, poseer la capacidad funcional para el desempeño de las tareas, estar en posesión del permiso de conducción clase B y no hallarse en inhabilitación absoluta o especial para empleos o cargos públicos por resolución judicial.

Además de todo ello, hay que tener en cuenta que no se exige estar en posesión de ninguna de las titulaciones previstas en el sistema educativo.

Con este planteamiento de entrada, el Ayuntamiento recibió aproximadamente 984 instancias válidas, sin contar las 54 que fueron excluidas.

Otra experiencia previa

«Antes del verano hubo otra convocatoria a la que también se presentó muchísima gente», rememora el concejal de Recursos Humanos, José Pérez, quien cree recordar que en aquel caso la plaza laboral ofertada tenía que ver con la bolsa de empleo de ayudante de oficios. Las instancias se podían presentar el pasado mes de noviembre, tras haber abonado 3,74 euros en concepto de tasa por concurrir a la prueba selectiva.

El caso es que, ante la avalancha de aspirantes, el Ayuntamiento tuvo que sacar un comunicado informando de que estaba trabajando en localizar un espacio donde poder acoger a tantos candidatos al unísono para la celebración del primer ejercicio.

El personal de la Concejalía de Recursos Humanos se ha visto desbordado con esta convocatoria, sin olvidar que hay otras en marcha que también se deben atender. Además de comprobar que los inscritos cumplen los requisitos exigidos en las bases, los funcionarios también se han de encargar de la tramitación del papeleo, así como de procurar la logística y demás cometidos de las pruebas, sin contar otras muchas funciones y labores paralelas.

Mientras se define el lugar y la fecha para el examen, los aspirantes ya saben de antemano que constará de un cuestionario de conocimientos a partir de 40 preguntas y de un supuesto práctico. Además, se valorará el nivel de conocimiento que se tenga de valenciano.

El edil de Recursos Humanos avanzaba ayer que se están manteniendo contactos con la Universidad Miguel Hernández para ver si es posible realizar los ejercicios en alguna instalación del campus de Elche, tal vez en el aula magna del edificio Altabix, una cuestión que todavía no está cerrada. No en vano, el Ayuntamiento y la UMH tienen vigente un convenio por el cual ambos se mostraban dispuestos a cederse sus instalaciones.

En cualquier caso, tras «competir» con un millar de candidatos, la persona que quede en primer lugar no obtendrá automáticamente la plaza, ya que la convocatoria no es para adjudicar el puesto, sino para la formación de una bolsa de trabajo «para atender eventuales necesidades temporales del servicio».