El 20 de noviembre de 2009 la junta de gobierno del Ayuntamiento de Elche, en manos entonces de PSOE y Compromís, daba luz verde a la creación del Instituto Tecnológico de la Palmera, que, según se anunció, iba a tener como cometido la conservación y mantenimiento del Palmeral de Elche, todo ello gracias un proyecto financiado por la Generalitat Valenciana a través de las inversiones del Plan Confianza.

En esas instalaciones estaba previsto que se reubicara la Estación Phoenix que, con la llegada del PP al equipo de gobierno, cerró definitivamente sus puertas en marzo de 2012, argumentando que no había cumplido los fines para los que fue creado 21 años antes y que había que recortar gastos. Este centro se reubicó en Aspe y, un año después, una sentencia condenaba al Ayuntamiento a readmitir a los siete trabajadores o a indemnizarlos con una cifra global que se establecía en cerca de 266.000 euros.