La picadura de la procesionaria de los pinos ha provocado ya que al menos una treintena de personas, en su mayoría niños, acudan a los centros de salud con reacciones cutáneas en las dos últimas semanas. Los servicios de Atención Primaria de los dos departamentos de salud, tanto del Hospital General como del Vinalopó, han registrado una cantidad llamativa de afectados debido a que el viento y el aumento de las temperaturas han propiciado la caída de gusanos de las bolsas, sobre todo en colegios y zonas cercanas a las pinadas.

El caso más llamativo ocurrió el pasado viernes en el colegio Menendez Pelayo de Elche, donde una veintena de escolares de entre tres y cuatro años precisaron asistencia médica. Paralelamente, la pasada semana también se atendieron otros cuatro casos en El Altet y en los últimos días se han tratado a cuatro niños más en el centro de salud de Santa Pola.

Pese a estas cifras, aportadas por los dos departamentos de salud, desde Atención Primaria del Hospital General reconocieron que todavía se esperan más atenciones ante la previsión de que continúe el viento.

Y es que, aunque los especialistas señalan que las consecuencias del contacto directo con las orugas no suelen tener consideración grave, sí que aconsejan la necesidad de que el paciente acuda de inmediato al médico cuando la erupción sea más extensa.

«Los gusanos tienen unas sustancias urticantes que, al igual que las medusas, provocan reacciones y rojeces con el contacto directo. Lo más peligroso es cuando llega a los ojos», explicó Jaime Matarredona, jefe de Dermatología del Hospital General. En la misma línea, María Caballero, pediatra y especialista en alergias del Hospital del Vinalopó añadió que «lo más común suele ser el picor y, en raros casos, sobre todo en pacientes que sufren alergias, se dan problemas respiratorios o urticarias más graves».

Al mismo tiempo, pueden producirse conjuntivitis, cuando el «pelillo» que sueltan estos gusanos entra en contacto con los ojos. Es por ello por lo que los facultativos hacen hincapié en la prevención. «Lo más importante es evitar que los niños estén en zonas donde hay orugas y que las toquen directamente o que toquen las piñas, los troncos y las maderas por donde han podido pasar los gusanos y dejar rastro», apuntó Caballero.

En caso de sufrir una reacción, los tratamientos prescritos por los médicos responden de forma rápida, en cuestión de dos o tres días, y suelen ser antihistamínicos comunes, según indican los especialistas.

El brote de procesionaria ha llegado a tal punto que, en Elche, un total de 32 centros educativos ya han reclamado al Ayuntamiento labores de fumigación y de retirada de las bolsas ante el riesgo que supone para los niños la presencia de esta plaga cuando salen al patio y juegan en el suelo. De hecho, según el concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, en el último mes la empresa concesionaria de control de plagas se ha desplazado a todos los centros que han requerido su intervención. Ayer, sin ir más lejos, los profesionales ya fumigaron en tres colegios de Elche, como, por ejemplo, el Antonio Machado, de Torrellano.

«Cuando hay un aviso mandamos a la empresa rápido porque la procesionaria genera mucha alarma. Las larvas aparecen en el primer cuatrimestre, cuando sube el calor, pero con el viento es muy probable que hayan caído ya las bolsas», precisó el responsable del área de Sanidad. No en vano, Sánchez reconoció que fumigar tiene su complicación, ya que hay veces que las bolsas están más escondidas entre las ramas de los árboles.

Parques y jardines

La aparición de los gusanos también ha empezado a generar alarma en otras zonas, como en los parques y jardines, y en las áreas declaradas monte público. Ejemplo de ello son algunos espacios urbanos de Elche, como la plaza de Benidorm, las Chimeneas y los jardines Joan Fuster, según señalaron colectivos vecinales. Otros lugares en los que han detectado la «invasión» de la plaga es la sierra de El Molar.

Frente a ello, desde la Concejalía de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Elche, su titular, Antonio García, también aseguró haber intervenido ya con un tratamiento de endoterapia en noviembre en más de mil pinos. Asimismo, el Ayuntamiento vigila las zonas de riesgo, según el edil, para eliminar las bolsas.