La presentación de un estudio mundial para cambiarse el color del iris es una de las novedades que marcará la actual edición de FacoElche. El doctor de Costa Rica Claudio Örlich es el encargado de presentar este avance que podrá convertirse en una auténtica revolución para el campo de la oftalmología cosmética.

¿En qué consiste el estudio?

Estamos trabajando con una compañía americana que ha desarrollado un láser para despigmentar el iris. Todo iris de color café o color oscuro tiene por debajo un tono claro. En realidad, no existe el color azul. Los ojos azules no tienen pigmento y, ocurre como con los fenómenos del cielo o el mar. La técnica consiste en utilizar unas células para eliminar ese pigmento anterior y, de forma paulatina, en un plazo de tres a cuatro semanas se consigue cambiar el tono del iris.

¿En qué fase se encuentra la investigación?

Hace tres años comenzamos las primeras pruebas en porciones muy pequeñas del iris de forma muy segura y después amplíamos la zona hasta lograr el efecto deseado.Ningún paciente ha sufrido complicaciones ni efectos secundarios. Para nosotros lo más importante es que este procedimiento sea siempre seguro.

¿Quiénes demandan cambiarse el color del iris?

Es un procedimiento cosmético. Hay gente que naturalmente tienen una parte del ojo de color azul y también de color café, y, por tanto, quieren unificar el tono. Hay otras que por estética también lo demandan. En Latinoamérica, Asia y África hay mucho interés. Además, se ha demostrado que esta técnica también sirve para tratar a pacientes con una presión ocular alta, por lo que también podría ser utilizada con fines terapéuticos.

¿En qué países han aplicado ya esta técnica?

Comenzamos en Costa Rica y ya ha llegado a Estados Unidos y Asia, pero todo en forma de estudio. Cuando demostremos que sea seguro se va a abrir un campo nuevo de oftalmología cosmética que podrá ser una revolución.

¿Es cierto que los ojos claros son más sensibles que los de color oscuro?

Los ojos claros no tienen más dificultades porque el hecho de no tener una capa anterior de pigmento no se relaciona con problemas de fotonsensibilidad. En realidad, la parte que protege es la capa de atrás del iris y está presente en todos los colores y las razas.