La condena a IFA a pagar 1,5 millones a la firma de arquitectos Tomás Llavador por los proyectos de ejecución del pabellón multifuncional «IFA Arena» y el proyecto básico y de la ejecución del aparcamiento subterráneo y de la urbanización de la zona se suma a la asfixia económica en la que quedó sumida la entidad a consecuencia del inacabado y faraónico proyecto de ampliación de la Institución Ferial Alicantina.
IFA llegó a abonar un total de 39 facturas a la firma de Tomás Llavador, por un importa total de 5,4 millones de euros, por otros proyectos previos a estas construcciones que jamás se llegaron a levantar. Sin embargo, hubo 13 más, por valor de 3,5 millones -cantidad inicial reclamada en su demanda por el arquitecto y avanzada por este diario en julio de 2016- que nunca llegaron a pagarse.
En el contrato suscrito por ambas partes en julio de 2005, se encargaba a la mercantil Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros S.L. la redacción de todos los proyectos técnicos y de la dirección de obras hasta la completa finalización de los trabajos, incluyendo el centro de convenciones, el pabellón multiusos y la ordenación de los terrenos.
Este encargo debía ejecutarse en tres fases y, al final, quedaron sin satisfacer los honorarios relativos al proyecto de reparcelación, algunas facturas de la dirección de las obras de urbanización, el proyecto de ejecución del pabellón y el proyecto básico y de ejecución del parking subterráneo.
La decisión adoptada por el juzgado de Primera Instancia Nº 2 de Elx supone un nuevo socavón a la vista en las ya maltrechas arcas de IFA, cuya deuda está cifrada en una cantidad próxima a los 70 millones de euros. Justo ahora que el Consell había vuelto a prestarle ayuda financiera tras años en los que no recibió ni un solo euro de la Generalitat -1 millón en 2016 y otro más en este 2017 para reparar y modernizar las maltrechas instalaciones del pabellón I-, la condena a pagar 3,5 millones de euros a la firma de arquitectos Tomás Llavador devuelve a IFA a la más cruda realidad.
