Un hombre ha aceptado una pena de tres meses de prisión y nueve meses de multa (cerca de 1.620 euros) tras ser descubierto en el aeropuerto de Alicante-Elche con dos crías de mono protegidas que procedían de Guinea Ecuatorial. Después del largo viaje, los animales llegaron a España en estado de deshidratación, uno de ellos muy grave, a punto de perder la vida. El procesado fue sorprendido una vez había aterrizado en El Altet por efectivos de la Guardia Civil este lunes con los ejemplares de primate, que previamente había adquirido en el país africano. En concreto, se trataba de una cría de la especie de mono talapoin y otra de mono cara azul, según el Ministerio Público. Los animales habían viajado en una maleta cerrada con dos compartimentos, en la cabina sin declarar, hasta el aeropuerto de Madrid, donde el condenado pasó inadvertido. Después, los monos fueron transportados hasta la estación aeroportuaria de Alicante-Elche en la bodega del avión. Todo ello, supuso un grave riesgo para la vida de los animales, según el escrito de acusación de la Fiscalía. De hecho, los agentes de la Guardia Civil trasladaron posteriormente a las crías hasta un centro especializado en el tratamiento de primates de la provincia para valorar su estado de salud. Una vez en el veterinario, uno de los monos llegó aparentemente inerte, por lo que, en un primer momento, se pensó que había fallecido. El animal presentaba graves signos de hipotermia y deshidratación. Tanto fue así que los especialistas se vieron obligados a actuar durante más de dos horas para salvarle la vida. Finalmente, la cría, de apenas unas semanas y todavía lactante, quedó en estado estable, aunque muy débil, ya que también presentaba un severo estado de desnutrición, según ha podido saber este diario. De igual manera, el otro ejemplar, también de corta edad, presentó síntomas de deshidratación, aunque de forma más moderada. Ante ello, desde la clínica determinaron realizar un riguroso chequeo médico, una vez que los simios se encontraran estabilizados, para someterlos a análisis parasitológicos, con el objetivo de descartar la presencia de enfermedades víricas. Con todo ello, el Juzgado de Instrucción número 4 de Elche ha condenado al hombre que transportó a los dos animales desde Guinea por un delito contra la fauna y otro de maltrato animal. El procesado, que no tenía antecedentes penales, mostró su conformidad con la pena impuesta por el magistrado, que además de los tres meses de prisión y la multa de nueve meses, incluyó la inahibilitación especial para la profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de caza o pesca por tiempo de dos años, además de una inhabilitación especial por un año y un día para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio relacionado con animales. Asimismo, el juzgado decretó el decomiso de efectos propiedad del hombre, según fuentes de la Ciudad de la Justicia de Elche.Otros casos
No es la primera vez que la Guardia Civil interviene simios en la provincia y que realiza detenciones por delitos relativos a la protección de flora y fauna. Sin ir más lejos, el pasado 14 de octubre de 2016, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), en el marco de la Operación Titisali, investigaba a siete personas (cuatro en Alicante, dos en Murcia y una en Sevilla),por presuntos autores de este tipo de infracciones, además de otras. La investigación estuvo centrada en la venta ilegal de fauna, en concreto de primates de la clase Tití, que eran criados en domicilios privados por particulares que tenían relación con tiendas de animales, y que posteriormente los ponían a la venta, de forma ilegal, a través incluso de esas mismas tiendas. En la operación, tal y como señaló en su día la Guardia Civil, se constató la existencia de 67 ejemplares de primates, si bien solo fueron localizados 25 de ellos. El mes pasado confirmaron que uno de los monos era portador del VIH.
