Las catas arqueológicas en la planta baja del Mercado Central de Elche, cruciales para conocer si podrá seguir adelante el proyecto para derribar el actual edificio y construir un nuevo inmueble de abastos, pero con una filosofía totalmente distinta a la actual, se encuentran aproximadamente avanzadas al 70%, según afirman fuentes del Ayuntamiento.

A punto de cumplirse casi dos meses desde que comenzaron las excavaciones arqueológicas, las impresiones son distintas acerca de los propios trabajos en función de a quién se le pregunte. Pareceres de colectivos que aseguran que se va a dañar seriamente el patrimonio cultural e histórico de la ciudad como no se altere la hoja de ruta; de socios en el equipo de gobierno con posturas totalmente opuestas sobre la iniciativa empresarial proyectada; de los propios vendedores que se han dividido; y de la empresa concesionaria que se ha alzado con el contrato, adjudicado durante el anterior mandato, vienen confluyendo desde hace mucho tiempo, lo que ha terminado por generar una polémica que se arrastra ya demasiados años en la ciudad y que parece que se agrave cada vez más.

Javier Pascual, portavoz del colectivo ciudadano interesado en la protección del patrimonio ilicitano y, en especial, de los segundos Baños Árabes, puestos al descubierto junto al Mercado Central, lleva meses reivindicando ante las distintas administraciones, desde el Síndic de Greuges hasta la Conselleria de Transparencia, que se realicen y entreguen todos los documentos técnicos para demostrar que este hallazgo no esté en peligro, además de reivindicar que se garantice su máxima salvaguarda con las medidas oportunas. En ese sentido, desde este colectivo se ha solicitado en varias ocasiones que alguna Administración (a poder ser la Conselleria de Cultura) ponga un arqueólogo independiente, ya que, como recuerdan, la empresa concesionaria interesada en que salga adelante su proyecto es la que ha contratado a la firma que está realizando los trabajos arqueológicos. «Es como poner a la zorra a cuidar de las gallinas», señala Pascual.

Desde la Asociación Àgora también han emprendido acciones similares ante los mencionados órganos y administraciones. De hecho, su último paso seguramente conduzca a solicitar un dictamen del Consejo de Transparencia del Consell porque, aseguran, se les ha negado el último informe de tráfico (el proyecto incluye construir un aparcamiento subterráneo para casi 300 vehículos), además de afirmar que se conocen los tres proyectos de viabilidad del Mercado Central, pero no así el cuarto, que fue, al parecer, con el que se dio luz libre para llevar adelante la adjudicación.

«En el pliego de condiciones se indicaba que, en caso de aparecer restos de consideración, se paralizaría el expediente. Aparecieron los Baños Árabes más importantes de la Comunidad y no se paralizó, sino que se rectificó y adecuó el proyecto», apunta un integrante de esta asociación.

Àgora, al igual que el citado colectivo ciudadano, reclama que se excave también ampliamente fuera, en el entorno del edificio. Javier Pascual afirma que faltan por excavar las salas templada y caliente, la caldera y la leñera, mientras que lo que hay a la vista de todos es el vestíbulo y la sala fría.

Ambos colectivos, uno de ellos también con lazos con Salvem el Mercat -una plataforma que surgió antes del presente mandato para hacer frente al nuevo proyecto del Mercado y que está participada incluso por actuales partidos del equipo de gobierno-, también viene criticando que, pese a la instalación de cuatro cámaras, no se puede saber si lo que está aflorando tiene valor arqueológico o no, además de indicar que hay una zona de excavaciones que no se está mostrando.

A este respecto, el concejal de Mercados, Carlos Sánchez, indica que no se está ocultando nada: han aparecido vasijas sin trascendencia; las piezas cerámicas que se están encontrando se están depositando en el MAHE (Museo Arqueológico y de Historia de Elche); y la estructura que se ha puesto al descubierto son los muros del antiguo mercado de 1940, según sostiene. «Creo que ha habido claridad y se está haciendo un trabajo bastante serio», apunta el edil socialista quien, precisamente, se reunió ayer con responsables de Aparcisa para solicitarles que realicen una jornada de puertas abiertas a fin de que cualquiera pueda conocer de cerca lo excavado desde que comenzaron el 2 de diciembre estos trabajos.

A todo esto, cabe recordar que PSOE y Compromís han tenido ya varios y serios desencuentros sobre el futuro del Mercado. Los primeros alegan que están obligados a cumplir con la ley y ser responsables, ya que el anterior equipo de gobierno firmó un contrato legalmente, y que, de no hacerlo, podrían incurrir en indemnizaciones millonarias. Por su parte, Compromís se opone totalmente a este proyecto privado y, cada vez que se trata en un órgano de gobierno o reunión, sus concejales se levantan o no toman partido.

Desde la empresa de arqueología responsable de la actuación, Alebus, que el primer día del inicio de las catas en el Mercado Central permitió a los medios de comunicación acceder a la zona, prefirieron ayer no hacer manifestación alguna al respecto, como también Aparcisa, la adjudicataria que confía en levantar el nuevo complejo de abastos.