Casi tres meses han pasado desde que el Ayuntamiento de Elche inauguraba, al ritmo de la guitarra de Fraskito, el Centro de Estudios de Miguel Hernández, y, de momento, sigue cerrado para el público. Aunque se promocionó como un espacio en el que los investigadores podrían acceder al legado del poeta oriolano de manera digital, este emplazamiento todavía no se ha dotado de los equipos informáticos necesarios ni de los funcionarios para comenzar a caminar como un lugar en el que llevar a cabo estudios sobre el autor de «Cancionero y romancero de ausencias». Lo peor es que, antes de esa inaguración de octubre, el edificio había permanecido acabado y cerrado ni más ni menos que cinco años.

El coordinador de Museos de Elche, Paco Escudero, justificó esta demora con el argumento de que «acabamos de arrancar y, al ser el año del 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández, hemos depositado todos nuestros esfuerzos en la organización de las actividades para conmemorarlo, que estoy realizando yo desde allí. Aunque tampoco puedo estar todo el día porque debo mantenerme pendiente de las exposiciones en otros espacios».

Cuando se lanzó la idea de reabrir este edificio, Escudero manifestó que se convertiría en punto de consulta para los expertos del legado del poeta de manera digital, que forma parte de la Biblioteca Digital Giennense. Cabe recordar que el legado físico fue adquirido por la Diputación de Jaén en 2012. Para poder utilizarlo, además de los ordenadores que prometió instalar allí el Consistorio, «es necesario acabar de cerrar el acuerdo de hermanamiento con Quesada, donde se encuentra el museo dedicado al poeta. Ambos ayuntamientos ya lo han aprobado en sus plenos, por lo que es algo inminente», dice el gestor.

La Diputación jienense presentó en diciembre la digitalización del legado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que permite a cualquiera consultar a través de la web los 5.819 registros bibliográficos (manuscritos, folletos, partituras, prensa histórica, grabaciones sonoras) y 26.684 imágenes que componen el archivo. Paco Escudero detalla que el Centro de Estudios «funcionará como sede del museo de Quesada y permitirá a los investigadores realizar búsquedas más especializadas. Son cosas que tenemos que cerrar bien una vez se lleve a cabo el hermanamiento».