La Audiencia de Alicante ha condenado a un vecino de Elche por vulnerar la orden de alejamiento que le impedía acercarse a su expareja por mensajes de Whatsapp. El procesado y la víctima iniciaron su relación sentimental en 2005, se casaron en 2010 y se divorciaron un año después, pero reanudaron la convivencia a principios de 2012 y hasta agosto de 2014. El día 9 de ese último mes, ella denunció ante la Policía Local de Elche que estaba siendo víctima de violencia machista de forma habitual. La mujer denunció que la obligó a mantener relaciones sexuales con él cada semana, un extremo que el tribunal no ha considerado probado. El fallo le condena por mensajes como: «No tengo nada que perder, si quieres vamos a comisaría que tengo pruebas de que nos estamos viendo», «de mi no se ríe nadie», y «lo que me has hecho, ya lo pagarás».