El Consell acaba de autorizar prácticamente el último trámite legal que precisa una empresa para construir una ambiciosa instalación solar fotovoltaica en el Camp d'Elx a partir de un fondo de inversión chino y que supondría un desembolso inicial de cerca de 100 millones de euros.

La Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental acaba de dar el visto bueno a la declaración de impacto ambiental de este futuro y esperado complejo, que podría, por fin, comenzar a construirse en este año 2017 en terrenos que conciernen a las partidas de Balsares, Valverde y Torrellano.

La planta solar, promovida por la firma Himin Investment 2 SL, se anunció en el año 2012 y ha tenido que afrontar numerosos trámites administrativos ante el Ayuntamiento, la Generalitat e incluso a punto tuvo que ser autorizada por el Gobierno central, al tener previsto, inicialmente, ofrecer igual o más de 50 megavatios de potencia. El proyecto tuvo que ser modificado para que su potencia no excediera de los 49,95 megavatios y, de este modo, depender solo del Consell.

La mercantil ilicitana tenía previsto iniciar los primeros movimientos de tierra en la primavera pasada, pero las numerosas adaptaciones del proyecto y exigencias administrativas han demorado cuatro años la actuación, para la que se prefiere ser cauto y no concretar una nueva fecha de inicio de las obras.

«Tan solo falta firmar con el inversor el contrato, recibir la transferencia y empezar las actuaciones», señalaban ayer desde la firma ilicitana implicada en esta iniciativa, la cual, según se subraya, incluye también un proyecto social, ya que, lejos de ser un complejo aislado o al margen de su sociedad, pretende tener un fin pedagógico y de colaboración con el medio ambiente. En este sentido, la iniciativa incluye un inmueble abierto a la investigación y a las visitas de ciudadanos y escolares, ya que se quiere dar a conocer cómo funciona esta energía limpia, entre otros aspectos.

«Complejo solar fotovoltaico Luis Mora» (en recuerdo del industrial ilicitano fallecido hace casi tres años) será el nombre que llevaría esta instalación, para la cual está previsto contratar inicialmente a unas 250 personas, sobre todo obreros y operarios de media y alta tensión.

En 2015 la empresa recibió miles de curriculums para optar a un puesto de trabajo tras difundirse nuevamente la proximidad en el tiempo de la construcción de este huerto solar, anunciado como uno de los mayores de España e incluso de Europa en caso de que se completen sus cinco fases a lo largo de un lustro.

Inicialmente, en una primera fase, la inversión sería de 100 millones de euros y, al completar su construcción, el desembolso total podría llegar a ser de 250 millones, según anunciaron en su día fuentes de la empresa. También se anunció que este parque solar de iniciativa privada, a lo largo de sus cinco años de construcción, podría generar empleo temporal para unas ??? personas y que una vez finalizado podrían permanecer contratadas entre 40 y 50.

En total, la superficie a reservar será de 1.256.459 metros cuadrados, de los cuales se vinculan a la actuación algo más de 924.000, mientras que quedaría ocupada por la actividad que da sentido a la inversión una zona de 338.000 metros cuadrados.

Este complejo se conectará con la subestación de Hidrocantábrico, situada a 5,5 kilómetros de distancia, a la que «verterá» la energía que genere por medio de sus 250.000 paneles solares (según el proyecto cuando alcance su máximo desarrollo). Con este tipo de instalación se puede garantizar, por ejemplo, el suministro eléctrico a 20.000 familias.

La planta solar, que ya cuenta con la declaración de interés comunitario (DIC), se localiza en un ámbito en el que predomina el suelo agrícola y la ocupación residencial organizada en urbanizaciones dispersas. Además, se asentará en un espacio próximo a la denominada Torre Cañada, declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

La Dirección General de Cultura ha dado también su visto bueno a esta actuación después de que se asegure que habrá una separación de 100 metros, además de colocar una barrera vegetal de palmeras, entre otras medidas de integración paisajística.

Asimismo, se ha establecido un plan de vigilancia ambiental que contempla la realización de visitas semanales durante las obras y los tres primeros meses de funcionamiento, mientras que está previsto que, al finalizar la vida útil de la planta, de unos 40 años, se retiren todas las instalaciones y se restituya el terreno.