Una medida para pisar el freno en la carretera de Elche a Santa Pola. La Conselleria de Obras Públicas ha limitado la velocidad a 70 kilómetros por hora a la altura de todos los cruces de la CV-865, con el objetivo de reducir el exceso de velocidad detectado en este vial. Desde la Generalitat confirmaron a este diario que esta decisión viene impuesta por la necesidad de prevenir y reducir la siniestralidad en estos tramos que coinciden con el cambio de dirección de los vehículos. El Consell también se ha amparado en que, al tratarse de una línea recta, los vehículos alcanzaban velocidades muy altas, por lo que ha sido necesario tomar medidas.

Desde hace varias semanas, los conductores se han encontrado con nuevas señales de tráfico que alertan de que la velocidad máxima permitida es 70 kilómetros por hora, cuando antes estaba permitido circular a 90 kilómetros por hora, excepto en las intersecciones más conflictivas, como la de acceso a Valverde.

Precisamente, estos puntos considerados conflictivos por Obras Públicas están en el punto de mira por los problemas que generan para el tráfico cuando se cruzan los vehículos. De hecho, el Consell exigió hace dos meses, cuando sacó a licitación la redacción del proyecto, que la adecuación de este vial tendría que contemplar la reordenación de las intersecciones y accesos existentes, así como la eliminación de las glorietas partidas actuales transformándolas en cerradas.

En total, han sido 24 las empresas que han presentado la documentación para optar al diseño de la reordenación de un tramo que tiene algo más de ocho kilómetros de longitud. Por el momento, la Administración autonómica se encuentra evaluando las propuestas y estima que a finales de este mes se pueda adjudicar la redacción del proyecto, con un presupuesto de 379.577 euros.

Reactivación

Este vial, con un elevado índice de siniestralidad y saturado en épocas de verano, está a la espera de que pudieran comenzar las obras desde hace tres años. Sin embargo, ha sido hace dos meses cuando la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha empezado a mover ficha. Entre las exigencias del Consell, el proyecto tendrá que incluir la duplicación de la calzada en aquellos tramos en que sea viable, ya que la Generalitat reconoce la insuficiencia de capacidad de esta vía. Asimismo, otro de los requerimientos que anota la Conselleria es que los proyectos deberán reservar espacios para el peatón y la circulación de bicicletas en todo el ámbito de la actuación. En esta línea, desde Obras Públicas admitieron que a lo largo de esta carretera existen numerosos accesos y cruces de caminos, ya que hay muchas viviendas diseminadas en pedanías. Igualmente, admitieron que hay un elevado número de intersecciones, trece en total, constituidas por glorietas partidas. A estas circunstancias, la Conselleria también ha tenido en cuenta la alta Intensidad Media Diaria de vehículos (IMD) que se incrementa en periodo vacacional.

Esta reivindicación histórica para mejorar la seguridad y reducir los siniestros de tráfico, tanto de ilicitanos como de santapoleros que habitualmente circulan por el vial, parece comenzar a ver la luz, tras varios años en dique seco.

La CV-865 dispone de un tramo ampliado de cuatro carriles desde hace algo más de seis años en la zona correspondiente al término municipal de Santa Pola. La obra permitió aliviar el gran volumen de tráfico a la entrada y salida de la localidad costera donde se producían numerosos atascos en los periodos vacacionales.