No hay manera. Año tras año, sea en una ubicación o en otra, se disponga de parte de la oferta en internet o no, lo cierto es que parece imposible evitar las colas cuando toca comprar las sillas para asistir a la Cabalgata de Reyes en el centro de Elche.

Ayer, primer día que se ponían a la venta físicamente los boletos para coger un asiento, las hileras de gente esperando volvían a repetirse. En este caso, en el Paseo de la Estación, donde se habilitaron tres casetas y tres colas diferentes para tramos distintos.

El más demandado, como no podía ser de otro modo, el sector por donde primero discurre la Cabalgata: el de Reina Victoria. Luego, el de la calle Corredora y Plaça de Baix. «Antes del mediodía, las entradas para los dos primeros tramos de la Cabalgata de Reyes se han agotado», informaban pasadas las 14.30 horas desde el Ayuntamiento.

«La gente quiere ver a los Reyes temprano y luego irse a casa, que hace frío», indicaba un joven que señalaba que estaba haciendo cola desde la siete de la mañana.

Pero su madrugón no era nada comparado con la «gesta» que algunos hicieron. Según se indicó desde una de las casetas, el domingo a las 21 horas ya había dos personas haciendo cola. A las cuatro de la mañana había unas 20, y a las seis de la mañana acudió el grueso de gente que quería una posición privilegiada. A las 6.30 horas se calcula que ya hacían cola unas 150 personas. De hecho, poco después de las nueve de la mañana, cuando abrieron las taquillas, se podía ver a mucha gente con guantes, bufanda, gorro y capucha puestos. Incluso alguno llevaba una manta encima, mientras una madre envolvía con otra a una menor.

Algunos de los que acudieron a hacer cola de madrugada fueron relevados por otros familiares y amigos, aunque todos ellos han padecido las bajas temperaturas de la noche del domingo al lunes.

Algunos de ellos, eso sí, lo hicieron con humor. «Merece la pena», decían desde un grupo de padres, dispuestos a agotar las diez sillas, a 1,5 euros cada una, que como límite puede adquirir cada persona.

«No hay derecho», reseñaba otro ilicitano, que considera que no es de recibo que en los tiempos en los que estamos no se orqueste otro modo para evitar horas y horas de espera.

Algunos de los más mayores se resignaban diciendo que casi siempre ha sido así en los últimos años y que ellos con la compra por internet, como pedían los más jóvenes como solución para acabar con las colas, no se aclaran.

Desde Fiestas aseguraban ayer que este año no se han producido ni quejas ni incidencias: «Ha habido muchos puntos de información en las colas para que la gente supiese en cuál había más probabilidades de coger entradas».

Informadores, vallas y presencia de Policía Local adornaban ayer este río de gente, que, en su conjunto, llamaban la atención de los que nada sabían.

Sobre las 14 horas de ayer aún quedaban 1.500 sillas por vender, aunque en el tramo menos demandado: calle Puente Ortices, Puerta de Alicante y Maestro Albéniz. La venta de entradas de la Cabalgata de Reyes se traslada hoy la mañana a la Plaça de Baix. Desde la Concejalía de Fiestas señalan que esta medida se toma al ser una zona más accesible que el Parque Municipal.