A finales de noviembre les retiraron cuatro canes en El Rebolledo, de los cuáles uno acabó muriendo muriendo, y el pasado 14 de diciembre les incautaron otros once perros y cinco gatos, esta vez en la partida ilicitana de Jubalcoy. El motivo, nuevamente, el lamentable estado de abandono y salubridad en el que una pareja mantenía confinados a los animales. La Policía Local de Alicante y agentes del Seprona de la Guardia Civil de Elche ya la había denunciado con anterioridad a lo largo del último mes. Ahora, la que ha intervenido ha sido la Policía Local de Elche, desde donde se informa que la autoridad judicial ha instruido diligencias penales contra el hombre, un ciudadano alemán de 61 años.

Fueron los vecinos de la zona y la propia Policía Local de Alicante la que puso en conocimiento del cuerpo local de agentes de Elche la existencia de una nave industrial destinada a la guarda de animales de la que emanaba una pestilencia irrespirable. Un criadero ilegal de perros encubierto que profería «un fuerte olor capaz de hacer vomitar a cualquiera que lo oliese», según recoge el acta levantada por los cuatro agentes de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local de Elche tras una segunda visita a la nave el 12 de diciembre.

Dos días antes, los agentes ya pudieron constatar el ladrido de los perros y el fuerte y desagradable olor procedente de la nave en una primera inspección a la zona. Durante esta vista, los mismos propietarios del inmueble alertaron a los policías de que dentro había «hasta doce perros» que debían estar «maltratados y pasándolo muy mal» por falta de limpieza y porque «pasan los días sin que nadie venga a ponerles agua ni comida».

El citado inmueble se encuentra junto a otras naves industriales en un recinto privado que la Policía se encontró abierto. A través de una pequeña rendija existente en una de las ventanas correderas de la nave, los agentes observaron ya en su segunda inspección cómo «el suelo de la cama de los animales era una gran capa de orines y heces». Con todo ello, los agentes de Elche consideró necesaria la urgente intervención de los animales, personándose dos días después en la citada nave para proceder al levantamiento de lo que asomaba como un criadero ilegal de perros.

Durante la inspección del pasado día 14, en la que estuvo presenta la pareja alemana, los agentes desplazados hasta la partida de Jubalcoy observaron «la existencia de 14 perros y cinco gatos, todos ellos confinados en pequeños espacios y delimitados por vallas metálicas, con gran cantidad de excrementos y orines en el suelo del inmueble», según recoge el acta levantada por los policías. «Además, se aprecia el deplorable estado en el que se encuentran los animales, con la inexistencia de comida y agua», añade el escrito.

Ante esta situación, se consideró necesaria la presencia del servicio de recogida animal de la Protectora de Animales de Alicante, que procedió a la retirada de los perros y los gatos y a su posterior depósito. La pareja acreditó ser dueño de tres de los canes, por lo que no les fueron retirados. De los once que se llevó la Protectora, cinco ya están en acogida. El Seprona había realizado una inspección previa en la zona y denunció al ciudadano ahora investigado por «no reunir los diferentes requisitos que prevé la legislación en materia de tenencia de animales de compañía en este tipo de dependencias».