A un vecino de El Pla, lo del dicho popular de que «pisar una mierda trae suerte» le funcionó con la Lotería de Navidad de 2016.

Ayer pudo dar fe tras descubrir que le había tocado el quinto premio y, además, por partida doble. Él y su hijo decidieron salir a buscar un décimo acabado en siete, tras aplastar un excremento de perro cuando iban por la calle. Primero fueron a la administración del barrio, pero no lo encontraron, y después acabaron en El Corte Inglés porque les pillaba cerca. Compraron el 91.917.

Lo mejor de todo es que, cuando el hombre, antiguo maestro del barrio, llegó a su casa y repasó todos los décimos con los que jugaba para este sorteo se encontró con la sorpresa de que ya tenía ese número, que lo había comprado días antes precisamente en la administración de la avenida de Novelda.

Ayer, por primera vez en su vida, le tocaba a él y a su hijo la lotería. En total, 12.000 euros por dos décimos de un mismo número que, por casualidades de la vida, se vendieron en dos administraciones de Elche distintas.