El colegio Ausiàs March de Elche volvió a cosechar ayer un gran éxito en todos los sentidos con la organización, por cuarto año, de su «Carrera Solidaria», una cita que cada vez tiene más respuesta también entre los centros educativos de su entorno.

La excusa es correr para recaudar fondos a fin de ayudar a aquellas familias que lo necesitan. La actividad física es algo que suele gustar mucho a los menores, de ahí que se ideara convocar cada año por estas fechas una prueba lúdica con la que introducir además el valor de la solidaridad entre los más jóvenes, de manera que poco a poco sea algo que les acompañe a lo largo de toda su vida como ciudadanos responsables.

«Todo ha ido muy bien y, por fortuna, nos ha ayudado el día al salir el Sol», explicaba ayer el director del mencionado colegio, Juan Carlos Jiménez quien, al igual que otros profesores, también quiso participar en la prueba, aunque más que nada para asegurarse de que los más rezagados volvían al centro educativo.

La carrera estuvo estructurada en cuatro categorías: Infantil (niños de 2 a 5 años) que dieron una vuelta a la pista del colegio (unos 150 metros); Prebenjamín (de primero y segundo de Primaria), que dieron dos vueltas a la pista; Benjamín (de tercero y cuarto de Primaria), que recorrieron 600 metros por la calle del colegio y en su interior; y la categoría Alevín (quinto y sexto de Primaria), donde participaron no solo alumnos del «Ausiàs March», sino también de otros once colegios de la zona. En total unos 900 escolares, una cifra que ha tenido que limitarse este año, ya que hubieran venido muchos más.

Los alumnos más mayores, entre otros procedentes de los centros Tamarit, Giner de los Ríos, Casablanca, Eugeni d'Ors, Menéndez Pelayo, San José, Lope de Vega, El Toscar, Jaume I, Víctor Pradera y Jaime Balmes, participaron en una ruta de unos 1.200 metros que incluyó también un tramo de la ladera del río.

Salvo alguna caída y algún que otro despiste, la jornada solidaria fue una experiencia enriquecedora para el espíritu de los alumnos y también para que Cáritas pueda recibir ahora unos 650 kilos de comida no perecedera y 633 euros recogidos con la prueba de ayer, una cita en la que también quiso estar el alcalde, Carlos González, entre otros ediles (el servicio de dinamización de la Concejalía de Bienestar Social también colabora en esta iniciativa) a la hora de entregar las medallas a los más destacados en esta acción de ayuda a familias necesitadas.