Un «juguete» de moda potencialmente peligroso. Así lo describen los oftalmólogos del Hospital General de Elche que han alertado del daño que generan en la vista los láseres punteros sin homologar. Unos instrumentos que no solo se usan en las conferencias o en las clases para señalar, sino que también forman parte de la diversión de los niños por las luces y las formas que dibujan.

Después de un caso detectado en la ciudad, de un joven de 14 años que acudió a Urgencias tras jugar con su hermano con un aparato de este tipo, los especialistas han advertido de las negativas lesiones que provocan estas herramientas. Y es que el paciente sufrió al instante una pérdida de visión del 50% que con el tiempo ha conseguido recuperar, pero solo hasta el 70%. La quemadura en la retina que provocó el contacto directo de la luz con el ojo del adolescente es solo una de las consecuencias que pueden traer los punteros láser.

En esta línea, el jefe del servicio de Oftalmología, José Juan Martínez Toldos, añadió que estos utensilios pueden ser perjudiciales, además, para la córnea y la esclera y sus efectos pueden ser permanentes.

Al margen de este caso y de otra consulta en el Hospital General por una niña que estuvo expuesta al láser, pero que finalmente no tuvo lesión, los expertos lamentan la facilidad de encontrar estos «juguetes» sin homologar en bazares y a través de internet. «Se venden de manera indiscriminada, sin etiquetado y sin ninguna información del fabricante. Cualquiera puede tener acceso», criticó Cristian Fernández, adjunto al servicio de Oftalmología.

Ante ello, la advertencia de los sanitarios es que no se usen punteros de más de un milivatio, ya que de más potencia pueden resultar dañinos para la vista. El descontrol a la hora de vender estos artilugios llega a tanto que hay algunos que tienen 200 vatios, según los oftalmólogos. Por ello, los especialistas recomiendan que los punteros se usen con la presencia de un adulto, que comprueben su seguridad y que no apunten a la vista. Dentro de las recomendaciones que también recalcan los expertos es hacer uso únicamente de los láseres con categoría 1 y 2.

El sol y las lentes

Junto a estos impactos en la vista, hay otros hábitos que también pueden generar pérdidas de visión, como mirar directamente al sol o los daños ocasionados por hacer un mal uso de las lentes de contacto. En este caso, desde el Hospital General inciden en la importancia de no lavar las lentillas con agua, ya que provocan úlceras con difícil tratamiento. Ante ello, los oftalmólogos aconsejan quitarse las lentes en piscinas y usar desechables, además de no sobrepasar el tiempo recomendado.

El abuso de los ordenadores, los móviles y las tablets es otro de los factores que producen fatiga visual. Los nuevos hábitos de vida, trabajar cada vez más horas frente a las pantallas y no despegarse de las redes sociales es algo que forma parte de la rutina diaria de la mayoría de la población. Aunque desde el Hospital General señalan que no hay repuntes evidentes de los conflictos de visión, sí que achacan a que cada vez se pasa menos tiempo al aire libre mirando a más de seis metros.

Frente a esta problemática cada vez más frecuente, los especialistas recomiendan dedicar la mitad del día sin estar pegados a las pantallas para evitar focalizar la vista en distancias cortas y tratar de compensar los hábitos.