Tatiana Moreno es un auténtico ejemplo para su raza, su cultura, su barrio y para el proyecto de apoyo escolar que le ha dado la oportunidad de repasar cada tarde, durante los últimos seis años, en un ambiente mucho más propicio. Una iniciativa que impulsa la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas (Faga) junto a la Asociación Gitana Ilicitana de Carrús desde el IES Pedro Ibarra y el CEIP Casablanca, y por la que pasan cada curso más de 100 niños gitanos tanto de Carrús como de Los Palmerales.

Esta joven de 17 años, que se crió en ese último barrio, en Los Palmerales, es una de esas esperanzadoras excepciones dentro de una comunidad gitana en la que, lamentablemente, el 90% de los menores no completan los estudios obligatorios y menos del 1% cursan los superiores. Así lo exponen fuentes de Faga, además de considerar que son datos alimentados por una despreocupación del sistema.

Tatiana Moreno, actualmente, estudia segundo de Bachillerato en el Pedro Ibarra y tiene todas las ilusiones puestas en entrar el año que viene en la Universidad. La carrera que, de momento, baraja con más fuerza es Magisterio. Y es que en el rol de profesora se está curtiendo cada tarde en dicho proyecto.

Un programa en el que los niños, de entre 8 y 16 años, pueden realizar sus deberes con el apoyo de monitores, algunos de ellos especializados en materias como ciencias, lenguaje o inglés. Algo fundamental para muchos menores que, según Faga, carecen en casa de un espacio en condiciones para hacer las tareas o de alguien que se preocupe de que las lleven a cabo.

La tutorización entre iguales es una de las principales apuestas de sus creadores. Es decir, que muchos alumnos mayores se acaben convirtiendo en monitores de otros más pequeños. El coordinador de este programa, Isaac Motos, detalla que es algo fundamental, «porque al final generamos un circuito o comunidad de personas que se van haciendo crecer unas a otras».

Por ejemplo, en el proyecto, de tercero y cuarto de ESO, solo tienen unas diez o doce estudiantes. Ningún chico. Motos es consciente de que se encuentran en una edad muy crítica de cara a que sigan o no con su formación. «Por eso es importante que vean a Tatiana como referente y se den cuenta de que sí es posible llegar a la Universidad», dice.

De hecho, la joven indica que ha visto como multitud de compañeros gitanos se han quedado en el camino. «Algunas amigas porque se casan muy jóvenes o porque se tienen que poner a trabajar con sus padres. Pero en muchos casos es simplemente porque no se lo creen. Piensan que no hay manera. Yo sí me lo creo. He decidido aparcar lo de casarme y todo eso. Pienso que hay tiempo para todo y mi familia me ha apoyado», argumenta esta alumna de Secundaria.

Isaac Motos añade que desde Faga promueven otras actividades de promoción de la cultura calé en centros educativos de Elche como exposiciones, cuentacuentos con sello gitano, música, charlas sobre personajes gitanos importantes... El saber calé, no ocupa lugar.