Aprender una profesión y regalar una sonrisa a los niños. El proyecto «Bicicletas solidarias» ha cumplido cinco años en Elche reparando velocípedos que ya no tienen utilidad para donarlos a asociaciones benéficas.

Con esta filosofía, un taller de mantenimiento de vehículos impartido en Formación Profesional Básica puede transformarse en mucho más que un lugar repleto de herramientas. El colegio Salesianos San José Artesano de Elche ha convertido sus clases en un lugar para ofrecer segundas oportunidades.

Sus alumnos, chavales de entre 14 y 17 años, que están en situación de desescolarización, realizan prácticas con bicicletas que más tarde llegan a niños que viven en casas de acogida o con familias que no pueden permitirse un capricho de este tipo.

De la mano del profesor de FP Básica de Mantenimiento de Vehículos y de Grado Medio Pedro Moreno, los estudiantes llevan un lustro haciendo realidad este proyecto social de aprendizaje-servicio. Al iniciar el curso académico, realizan una campaña de recogida de bicis que ya no se usan entre la comunidad educativa y el público en general a través de cartelería y de redes sociales.

«Algunas de ellas no valen para nada, pero las utilizamos para aprovechar las piezas», explica el docente y el impulsor de la iniciativa. Después, a lo largo del curso, los chavales adecentan estas bicis con trabajos de pintado, lijado, engrase, reparaciones, sustitución de piezas y acondicionamiento en general, tanto mecánico, como estético.

«Al acabar, las entregan ellos mismos a personas que las puedan necesitar, la mayoría niños. Nos gusta que sean los alumnos los que se involucren de principio a fin en el proyecto, que vean otras realidades, ya que hay muchos niños que no han tenido su suerte», añade Moreno.

A lo largo de este lustro, el colegio ha conseguido entregar ya más de 160 bicis a entidades como Aldeas Infantiles, Cruz Roja, Cáritas Interparroquial, Cáritas de diferentes parroquias, pisos de acogida y pisos de emancipación para jóvenes, la Casita de Reposo de Elche o escuelas de Sao Domingos (Guinea Bissau) entre otras, además de a un largo número de particulares con pocos recursos.

Con estos valores por delante, un centenar de alumnos del colegio Salesianos han encontrado a lo largo de esta campaña un oficio y, de paso, una motivación en el mundo de la mecánica. Con la ayuda de empresarios y fundaciones como la de Pascual Ros Aguilar, el centro ha logrado mantener vivo un doble reto y sacar partido a una habitual clase de formación profesional.

El reciclaje de piezas, la docencia y la solidaridad se entremezclan en esta particular iniciativa que busca dar nuevas oportunidades.