Bolsas de basura, muebles y, sobre todo, cientos de toallitas han invadido los alrededores y el cauce del Vinalopó a su paso por Elche. Algo que afecta principalmente a las orillas del río entre el puente de Barrachina y el de la Ronda Sur. Así lo ha denunciado la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur (AHSA) ante su preocupación por la degradación de la zona. El colectivo de ecologistas reclama al Ayuntamiento y a la Confederación Hidrográfica del Júcar, entidad responsable de su mantenimiento, una intervención urgente en la zona de gran interés ambiental.

En esta línea, ASHA ha atribuído el vertido de toallitas higiénicas al «deficiente funcionamiento del tratamiento de aguas residuales de la localidad». Un lastre con el que también coincidieron los ecologistas de Margalló, desde donde señalaron que la depuradora de Algorós suele saturarse cuando hay lluvias abundantes y este tipo de productos de higiene acaban asediando, como en otras ocasiones, los alrededores del río.

Sin embargo, a la lista de agresiones denunciadas por Amigos de los Humedales del Sur también se suman los vertidos de basuras y escombros inertes tanto en el puente de Barrachina, como en los alrededores más cercanos al puente de Bimil·lenari. En este último enclave, la agrupación también ha lamentado el mal estado de conservación de un bosque de Tarays. «La gente no tiene conciencia del daño que se está haciendo a una zona ambiental de gran valor y por eso es necesaria una mayor concienciación», apuntó Sergio Arroyo, integrante de AHSA.

Ante esta problemática, la entidad remitirá sendos escritos al Ayuntamiento y la Confederación Hidrogáfica del Júcar en el que reclaman un inventario de los impactos en el cauce del río a su paso por la ciudad. Asimismo, piden al Consistorio, que, en colaboración con el organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, redacte un plan de recuperación del río Vinalopó que contemple la creación de un corredor verde para conectar el Pantano, la ciudad, el campo de Elche y su zona. En este contexto, aunque los conservacionistas han constatado que el Consistorio no es el responsable directo de este problema, sí que han achacado al Ejecutivo local la falta de control en la gestión de los residuos sólidos y en el vertido al río.

Problema endémico

La suciedad que empaña el río fuera del ámbito urbano es una situación de la que otros colectivos de la ciudad también son conscientes. Desde Margalló apuntaron que el problema viene de lejos al tratarse de una zona no urbanizada. «Desde tiempos inmemoriables el entorno del Vinalopó, por la parte sur, se ha convertido en un vertedero y el paisaje es desagradable cuando está lleno de toallitas», señalaron desde esta asociación de ecologistas. Como ellos, el colectivo Economía Sostenible confirmó el problema y lamentó el abandono por parte de las administraciones públicas.