Un universo paralelo al de los humanos construido desde el amor incondicional que las personas profesan a sus mascotas. La Institución Ferial Alicantina (IFA) habla este fin de semana el lenguaje universal de los perros gracias a la celebración de «Expocachorro, 5º salón de los perros y otros animales de compañía», una muestra que gravita sobre la 62ª y 63ª ediciones de la Exposición Nacional Canina y alrededor de la 36ª Exposición Internacional Canina.

Con casi 14.000 m2 concebidos para el uso y disfrute de los perros y sus amos, pasear por «Expocachorro» es como trasladarse a un mundo en el que nada tiene sentido sin babas, pelos y lametazos.

Alrededor de 3.500 perros de 300 razas distintas pasarán entre ayer y hoy por las instalaciones de IFA, transformada en una especie de centro comercial de lujo para canes y otro tipo de mascotas en el que se puede contratar desde un hotel glamouroso hasta todo tipo de productos de peluquería y estética. Un champú puede llegar a superar los 20 euros y una buena máquina para cortar el pelo hasta los 300. Todo por y para los perros.

Comida gourmet a base de alimentos frescos y naturales, expositores de ropa y complementos, productos farmacológicos y sanitarios, todo tipo de juguetes para mascotas... Nada escapa a una industria que no deja nada al azar y fabrica hasta botellas de vino personalizadas con la raza de perro que quiera el cliente; también los platos, los vasos y los delantales. Productos que bien podrían ir dirigidos a las personas y que, en algunas familias, sólo disfrutan las mascotas. «Aunque no te lo creas mi perro vive mejor que yo. Igual que se hace con un hijo, intentas darle lo mejor. Y lo bueno siempre es caro», asegura una visitante mientras compra aceite de salmón salvaje para su mascota.

Además de la treintena de expositores abiertos al público, la Exposición Nacional y las distintas exhibiciones de perros celebradas ayer centraron la atención de una feria que cobra todo su sentido viendo a los perros exhibir su belleza y su carácter en una especie de pasarela sobre la que criadores, expositores y particulares intentan mostrar la mejor cara de sus mascotas. Todas con pedigrí, monísimas y bien educadas. ¿Alguien da más? La «pareja» que todo los padres querrían para sus hijos, el «yerno» o «nuera» perfecto. El culto a la mascota llevado al extremo.

Además de la exposición nacional, divida en diez grupos separados por razas, distintos concursos y actividades como las pruebas de «agility» celebradas terminaron de dibujar el particular cuento de hadas que viven los perros cada año en Expocachorro.