Los alumnos del colegio Luis Vives se han pasado la última semana trabajando las medidas de seguridad que deben tomar en el caso de que se registre un terremoto. «Saber cómo moverse y donde refugiarse han sido algunas de las pautas que han aprendido los alumnos», explicó la directora del colegio, Caridad Pomares, que añadió que «los más mayores también han estudiado los fenómenos sísmicos con más profundidad».

Como prueba final, todo el colegio participó ayer por la mañana en un simulacro de terremoto. La alerta sonó a las 12 horas y los niños tuvieron que refugiarse debajo de las mesas y evitar estar cerca de objetivos que pudiesen desprenderse. Después, procedieron a la evacuación del edificio.

La maniobra salió a la perfección y contó con la colaboración del Parque Comarcal de Bomberos del Baix Vinalopó, de sanitarios y de agentes de la Policía Local. Todos trabajaron en conjunto en el plan de evacuación del colegio ante emergencias. Al final, los niños disfrutaron conociendo mejor el funcionamiento del camión de Bomberos.