Una intervención integral de los servicios de limpieza y de jardinería del Ayuntamiento ha permitido dejar «impoluto» el conocido como Rincón de Bonanza, en Los Palmerales, un barrio deprimido donde se han recogido más de diez toneladas de residuos bajo la vigilancia y protección de la Policía Local. En total se han retirado 11.000 kilos de residuos que han ocupado dos contenedores, tanto en un solar como en el interior de un bloque de viviendas y dentro del colegio de Educación Especial Tamarit, al que al parecer se cuelan personas por la noche saltando la valla. El origen de la intervención, según fuentes policiales, está en las quejas recibidas por parte de vecinos molestos por la situación de insalubridad del entorno.

Efectivos de seis patrullas de Policía Local al mando de un instructor de zona se ocuparon de garantizar la seguridad de los trabajadores municipales, considerando que podían ser blanco de reproches por parte de vecinos del bloque. Y es que la ruta de recogida de contenedores se lleva a cabo en el barrio por las mañanas, a diferencia del resto de la ciudad (donde se hace por las noches), desde que hace unos dos años varios trabajadores sufrieran percances e incluso en dos ocasiones agresiones y un botellazo.

Aunque desde hace un tiempo el barrio se ha abierto al exterior, la Policía Local mantiene que la zona del Rincón de Bonanza concentra en un bloque de viviendas numerosos puntos de venta de droga al menudeo, y que ese es el origen de las quejas vecinales en el barrio que han llevado a la jefatura a pedir la intervención de limpieza. Así lo manifiestan fuentes de la Jefatura local, que instaron la intervención por cuestiones higiénicas y sanitarias después de comprobar que a lo largo de las noches se generan molestias por la presencia de grupos fundamentalmente de hombres en torno a hogueras, que emplean gallos para peleas y generan un gran escándalo, además de concentrarse para avisar de la presencia policial a quienes se dediquen a la venta de drogas, lo que los agentes llaman «aguadores».

A lo largo del servicio de limpieza se recuperaron trece ejemplares de gallinas y gallos conservados en jaulas, sin medidas higiénicas, y se retiraron enseres que se empleaban durante las noches para montar prácticamente un campamento que impidiera la intervención sorpresiva por parte de los agentes, siempre según exponen desde la Policía Local.