Los presupuestos participativos, esa herramienta mediante la cual los ilicitanos mayores de 16 años han podido volver a tener la oportunidad de elegir entre varias decenas de pequeñas inversiones para su barriada o pedanía, con el fin de que se hagan realidad en 2017, ya se han votado y, por tanto, la presente convocatoria está cerrada, tras participar 3.658 vecinos y decidir sobre una cuantía total de un millón de euros.

Esta iniciativa estuvo acompañada de una campaña de difusión y formación por parte de la Concejalía de Participación Ciudadana en numerosos puntos de Elche. El objetivo era dar a conocer a los ciudadanos que de nuevo podían participar directamente en los presupuestos municipales, al menos en una pequeña parte. De este modo, se dio a conocer esta campaña en grandes superficies, frente a centros de salud, en ONG o en mercados municipales. Y también en centros educativos, tanto en la Universidad, como en la Escuela Oficial de Idiomas, academias privadas, colegios e institutos públicos y concertados. Y es aquí donde ha surgido cierta polémica, ya que en muchos de estos centros se llevaron a cabo talleres de formación en participación para estudiantes menores y mayores de edad.

Algunos padres de alumnos de institutos públicos de Elche han mostrado cuanto menos su sorpresa o extrañeza por el hecho de enterarse a posteriori de que sus hijos menores de edad habían votado en estos centros educativos los presupuestos participativos a raíz de una formación impulsada por la Concejalía de Participación.

Algunos de estos progenitores, a los que también se han sumado algunas voces de docentes e incluso de directores de centro -entre estos últimos a varios les ha llamado la atención por las dudas que genera, mientras que otros tantos señalaban a este medio que esta formación se entiende que contribuye a formar futuros ciudadanos responsables y que, por tanto, la ven con buenos ojos-, creen que tal vez se les tenía que haber pedido permiso a los padres y madres, puesto que, primero, son menores, y, segundo, para votar tenían que introducir el DNI en el sistema informático del Ayuntamiento.

La otra duda que se formulan algunos de estos progenitores que han mostrado un cierto disgusto es si, además, se ha podido aprovechar la inocencia o la inmadurez de los menores para que participaran en el proceso. En este punto, las familias a las que les ha chirriado esta situación se preguntan qué hubiera pasado si no hubieran votado los alumnos desde el aula en los institutos, es decir, en cuántos votantes se quedarían realmente esas 3.658 personas que se han involucrado en los presupuestos participativos.

La cuestión se torna así también en política, porque las voces críticas con el mayor grado de participación y transparencia que ha alcanzado el Ayuntamiento entienden que, si hubiera habido un número muy escaso de participantes en los presupuestos participativos, las políticas en este sentido se podrían poner en entredicho y, con ello, al propio Gobierno tripartito.

Las lecturas sobre este caso pueden ser, por tanto, muchas y variadas y cada familia, docente, político o técnico tiene derecho a tener la suya al respecto. Donde algunos ven intencionalidad política, otros solo ven formación y herramientas para que los jóvenes sean más responsables, libres y se involucren con sus conciudadanos.

Sin objeciones

En este sentido, otros padres y profesores consultados por este medio no ven ningún problema al respecto. De hecho, la propia presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Elche, Carmen Quesada, lo tiene claro: «Si el instituto lo ha permitido y entiende que es para formación, yo entiendo que está todo bien. Yo no veo que se haya obligado a nadie».

Felip Sánchez, como concejal de Participación Ciudadana, niega en rotundo que se haya pretendido conducir o buscar un modo para aumentar el número de votantes a estos presupuestos.

Desde su Concejalía se han llevado a cabo talleres en colegios y tres jornadas de formación, de una hora de duración cada una, en 14 de los 15 institutos. En el centro donde no se ha podido realizar es por tema de planificación, pero es muy probable que para el año próximo sí se sume a esta iniciativa, indican desde el Ayuntamiento de Elche.

En la primera de esas tres jornadas se ponía en valor la participación ciudadana, en la segunda se exponía lo que eran los presupuestos participativos, y en la tercera se ponía un supuesto práctico, es decir, cómo hacer la votación por internet.

«Los que han querido votar han votado. Nadie ha estado detrás de los alumnos para ver si le habían dado a la tecla», indican desde la Concejalía, al tiempo que explican que se había solicitado el aula de informática y que estas jornadas se habían impartido sin alterar el horario lectivo normal, es decir, en horas de tutoría, algunas de las cuales eran a primera o última hora, «con lo cual había alumnos que se fugaban, o que se iban del aula a los pocos minutos», indican las mismas fuentes, dando a entender que para nada se buscaba una intención torticera.

Desde el Ayuntamiento se recuerda que en unas jornadas con vicedirectores en el Centro de Congresos más del 90% de los presentes se mostraron interesados en que su centro recibiera este tipo de formación. Pero, además, insisten fuentes municipales, se les envío un escrito a cada centro haciéndoles este ofrecimiento y aceptaron, además de numerosos contactos personales y de tener conocimiento vicedirectores, jefes de estudios y responsables de departamentos de orientación educativa.

«Lo que pretendemos es sembrar el germen de la participación en los jóvenes», declara el edil Felip Sánchez, quien considera que «la participación sin formación es menos participación», al tiempo que insiste en que siempre ha habido libertad, que existe ese derecho y que incluso hay un interés de los centros educativos a abrirse a su entorno y participar de los asuntos de su barrio y ciudad, algo en lo que con esta herramienta de los presupuestos, creen desde la Concejalía, se contribuye.