La Guardia Civil tiene en el aeropuerto dos destacamentos: uno de seguridad aeroportuaria, que se encarga del control de la zona «aire»; y el otro de resguardo fiscal, en el que se ubica orgánicamente la ODAIFI (Oficina de Análisis e Investigación fiscal). Su cometido, explica el teniente que la dirige, pasa por estudiar listados de pasajeros, orígenes, escalas, equipajes, frecuencias... Y del análisis de información, tomar decisiones sobre qué maletas y a quién inspeccionar. Otros criterios que los profesionales prefieren no desvelar permiten «el análisis de riesgo, la misión fundamental de la ODAIFI», que se complementa con el trabajo en aduana de la Unidad Local de Análisis de Riesgo (ULAR). Con esos mimbres, se inspeccionan a diario mercancías, y es que no se trata solo de los pasajeros y sus equipajes, sino también de paquetes que se envían en las bodegas de los aviones comerciales, o que llegan a diario en un vuelo específico y transporte por carretera desde l central de DHL (que mueve en Alicante 2.500 envíos diarios, seis toneladas, según sus representantes en El Altet). En naves anexas, en torno al Administrador de Aduana, tienen sus naves también Swissport y Groundforce. Entre sus paquetes pasan Aduana y la Guardia Civil, que también emplea perros adiestrados para la detección de drogas. e. g. b.