La Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana recibió ayer como nuevo miembro al jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital General de Elche, el doctor Fernando López Prats, quien en su discurso de ingreso se comprometió con la investigación y el avance científico como esencia del ejercicio médico. Entre familiares, compañeros y miembros de la Real Academia (entre ellos su presidente, el doctor Antonio Llombart), impartió una conferencia que quiso centrar en los casos de fracaso de las prótesis de cadera y no en los éxitos, que son la inmensa mayoría, consciente de que hay que dirigir la mirada a lo que se debe mejorar.

«Es un honor formar parte de esta prestigiosa institución, distinción que me compromete con la misión principal de la Academia, que es el estudio y la investigación de las ciencias médicas en el área de conocimiento de la Cirugía Ortopédica y Traumatología». El especialista señaló ayer que acogía con enorme satisfacción el hecho de haber sido propuesto y escogido como miembro de un organismo con dos siglos de historia.

El Hospital General de Elche realiza unas 300 intervenciones al año, expuso el doctor, quien señaló que «todo el mundo conoce a alguien que tiene una prótesis de cadera y conocemos experiencias en las que los resultados son en un 90% de los casos excelentes, pero siempre hay quien no tiene un buen resultado» y en eso quiso centrar su intervención. Generalmente, el «fracaso protésico» se produce hoy en día por aflojamiento de alguno de los componentes con o sin infección, produciendo que se pierda el funcionamiento de la prótesis y a menudo precisando tratar la infección y acudir a una cirugía de recambio o de rescate protésico. Es en estas, y no en las operaciones de prótesis primarias, en las que hay un mayor porcentaje de problemas.

Fernando López Prats explicó también que el trabajo de la Real Academia de Medicina es en esencia «conseguir que infundamos a la gente joven que viene detrás conocimientos para que, llegado el momento, se suban sobre nuestros hombros y miren más lejos, dar continuidad científica e impartir la disciplina alrededor, mejorando la comunicación entre médico y paciente, entre médicos, y entre los médicos y la sociedad».

Cadera y rodilla

Las prótesis de cadera son junto con las de rodilla las más frecuentes que se implantan en el Hospital General de Elche (menos significativas porcentualmente son las de hombro, tobillo o mano), y se solventan con estancias medias de cuatro días tras los cuales los pacientes salen andando, según explicó. Eso demuestra la evolución de la profesión: «Desde el año 1978 en que yo acabé la especialidad, prácticamente ninguna de las técnicas se mantiene, todo ha cambiado», recuerda el especialista. Por ello, defiende que «el aprendizaje tiene que ser toda la vida, como si tuviéramos que pasar una ITV cada cinco años».

En España, 12.000 pacientes están en lista de espera para que les implanten una prótesis de cadera que «no es para toda la vida, aunque al durabilidad es muchísimo mayor que antes, y no tenemos prácticamente desajustes, lo más habitual son aflojamientos porque el hueso ha dejado de sujetar bien la prótesis», explicó el doctor.